Agencias/Ciudad de México.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha comprometido a dirigir al gigante petrolero estatal Petrobras en una dirección más populista y los inversionistas no están contentos.
Petróleo Brasileiro SA protegerá a los consumidores de las fuertes oscilaciones de los precios del combustible y aumentará las inversiones en proyectos de refinación para frenar las importaciones de combustible, según los comentarios iniciales de Lula y su equipo económico. Petrobras bajaba un 9.8% en Nueva York, a medida que los inversionistas evalúan cuánto erosionará las ganancias y los dividendos el cambio de política.
Una de las primeras decisiones ejecutivas de Lula fue extender una moratoria del impuesto sobre el combustible, revirtiendo una medida de su ministro de Hacienda de dejar que expiraran las exenciones tributarias. El presidente ejecutivo entrante de Petrobras, Jean Paul Prates, dijo que la exención de impuestos le dará a Petrobras tiempo suficiente para revisar su propia política de precios.
La medida plantea el espectro de un retorno a las políticas que anteriormente agotaron los saldos de las cuentas del gigante petrolero. Petrobras gastó aproximadamente US$40,000 millones en subsidios a los combustibles para motores la última vez que el Partido de los Trabajadores de Lula estuvo en el poder, lo que provocó que se convirtiera en la compañía petrolera más endeudada del mundo. Después de que el partido fuera expulsado del Gobierno, los drásticos recortes de costos y la venta de activos mejoraron el balance de la empresa.
Prates apoya que el Gobierno de Brasil fije un precio de referencia nacional para la gasolina y otros productos refinados, que sirva como guía para los precios que Petrobras cobra a sus clientes. Si bien es probable que Petrobras modifique su fórmula interna para fijar los precios, los inversionistas no deberían asustarse demasiado, dijo a los periodistas en Brasilia después de su nominación.
Los inversionistas también temen que la promesa de Lula de modernizar el sector de la refinación —aparentemente para reducir las costosas importaciones de combustible— pueda drenar aún más las arcas de la compañía y apuntan a México como una señal de advertencia. Petróleos Mexicanos ha gastado miles de millones de dólares por encima del presupuesto en una nueva planta que se suponía que mejoraría la capacidad de producción de combustible de la nación.
Petrobras se concentraría en expandir las plantas existentes, pero los inversionistas dicen que el dinero se gastaría mejor en producir petróleo en campos gigantes de aguas profundas.