Agencias / Ciudad de México.- El Presidente Donald Trump planea realizar su primer acto de campaña en la era del coronavirus el 19 de junio en Tulsa, Oklahoma. Además, indicó que también acudirá a mítines en Florida, Texas y Arizona.
El mandatario hizo el anuncio mientras se reunía con un puñado de simpatizantes afroestadounidenses el miércoles por la tarde para una mesa de debate.
Los distintivos actos de campaña de Trump a menudo atraen a miles de simpatizantes, pero quedaron suspendidos desde el 2 de marzo debido a la pandemia del coronavirus, que ha cobrado la vida de más de 110.000 personas en Estados Unidos.
“Una hermosa sede nueva, completamente nueva. Estamos ansiosos de ir”, dijo Trump durante el evento en la Casa Blanca. “El estado de Oklahoma ha hecho un gran trabajo con el COVID”.
El evento se llevará a cabo el 19 de junio, fecha en que se conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos.
Tulsa tiene un polémico historial en cuestiones raciales. En 1921, su entonces próspera comunidad empresarial afroestadounidense fue diezmada cuando una turba de racistas blancos mató a cientos de residentes de raza negra.
En las décadas posteriores, los afroestadounidenses intentaron reconstruir lo que tenían, pero una renovación urbana en la década de 1960 eliminó lo que habían logrado.
La campaña de Trump se ha mostrado ansiosa por retomar los actos de campaña e intenta dejar atrás la pandemia, incluso mientras los casos continúan en aumento en algunas partes del país.
El mandatario ha enfocado la mayor parte de sus eventos este año en estados que no tienen una inclinación política clara, aunque Oklahoma es un confiable bastión republicano.
Trump ganó ese estado por más de 36 puntos porcentuales en 2016, con más del doble de votos que su rival demócrata Hillary Clinton.
Oklahoma fue uno de los primeros estados en relajar las restricciones relacionadas con el coronavirus, permitiendo la reapertura de salones de belleza, salas de masaje y barberías a finales de abril.
Las medidas de reactivación económica más recientes del gobernador republicano Kevin Stitt no imponen límites al número de personas congregadas a partir del 1 de junio y dejan a criterio de las autoridades locales y de los dueños de comercios la aplicación de las directrices de distanciamiento social.