En un año, oferta de Amazon le pisa los talones a MercadoLibre

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- A finales del mes pasado, el medio especializado El Economista puso de relieve un problema del que no resulta complicado percatarse en Amazon: la avalancha de productos falsificados.

Un inconveniente que inicialmente solo padecían los compradores con determinados productos –componentes electrónicos sospechosamente baratos, por ejemplo- , pero que, evidentemente, ha acabado por afectar también a los vendedores de la plataforma y que ha ampliado su ámbito de actuación.

De esta manera, no es difícil encontrar utensilios de cocina que se venden bajo el nombre de primeras marcas y hasta libros fraudulentos ofrecidos por productores asiáticos. Una situación que, incluso, ha llevado a Birkenstock a despedirse de la plataforma (saldrá el 1 de enero) y un inconveniente que, tras mucha polémica, la entidad ha decidido tomarse en serio.

Una iniciativa que tiene lugar después de que la entidad no solo haya recibido cientos de críticas –resulta ciertamente kafkiano que un fabricante tenga que competir en una misma plataforma con quienes imitan sus productos- sino también cuando ya ha sido acusada por su actitud pasiva –estos casos son muy sencillos de detectar y combatir- y su falta de celeridad a la hora de cerrar estos espacios.

Así, parece que Amazon por fin se ha cansado de ver a vendedores que ofrecen mercancías falsificadas en su plataforma de comercio electrónico y ha empezado a tomar verdaderas medidas al respecto para mantenerlos fuera de su herramienta. En concreto, la compañía ha empezado a aplicar una serie de condiciones estrictas para aquellos que quieran vender productos de determinadas marcas.

De hecho, se les está solicitando entre mil y 1,500 dólares por hacerlo, así como las facturas y una serie de documentación que ahora resultará imprescindible.

“Queremos que los clientes puedan comprar con total confianza en Amazon”; ha dicho Erik Fairleigh, portavoz de Amazon. “Para ciertos productos y categorías, Amazon ha empezado a requerir comprobaciones adicionales”, ha rematado.

En todo caso, la lista de firmas afectadas todavía no se ha hecho pública, aunque ya se sabe que aquellos que quieran vender zapatillas de Nike, Adidas y Asics, deberán abonar la citada cantidad. La plataforma también está cobrando mil dólares a los que venden productos de Hasbro, Lego, y Pokémon.

Además, no han sido pocos los comerciantes que ya se han quejado. Uno de ellos, que contó su historia de manera anónima a la CNBC, asegura que estas nuevas reglas le han impedido vender miles de productos sin que se haya probado que se trataba de falsificaciones. Asimismo, para los vendedores que generen menos de 1 millón de dólares al año en Amazon, este coste resulta prohibitivo.

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