Redacción
Guatemala, Guatemala, 1 febrero 2018.-Un manto de zozobra cubre hoy la sesión plenaria del Congreso que buscaría la elección de una nueva junta directiva para recomponer al órgano legislativo guatemalteco, envuelto en una crisis de credibilidad sin precedentes.
El pasado 13 de enero, con 92 votos de los 80 necesarios, los diputados aprobaron una planilla de última hora que otorgaba la presidencia a Álvaro Arzú Escobar, del Partido Unionista, pero la misma se desmoronó como castillo de arena en apenas 15 días ante la anulación de sus funciones por la Corte de Constitucionalidad (CC).
La máxima instancia jurídica del país amparó un reclamo interpuesto por la organización no gubernamental Acción Ciudadana, la cual denunciaba la presencia de al menos cuatro diputados tránsfugas en la directiva electa.
Los cuestionamientos se referían, en particular, a la designación de Alejandra Castillo, ahora del Movimiento Reformador, como tercera vicepresidenta del Congreso.
Tras la debacle anunciada por la CC el 29 de enero, la víspera nueve bancadas confirmaron su intención de presentar este jueves una planilla alternativa a la oficialista de Arzú Escobar, quien podría mantener la misma lista pero sin Castillo, aunque hasta ahora se ha negado a dar declaraciones a los medios de comunicación.
Luis Fernando Montenegro, de Encuentro por Guatemala, es ahora el aspirante a timonear el Congreso y según los bloques que lo respaldan tendría al menos 60 votos fijos, pero aún insuficientes, según informaron en conferencia de prensa.
La CC dio ocho días a partir del 29 de enero para repetir la votación, todo un reto si tenemos en cuenta que para llegar a la anterior directiva pasaron casi dos meses de cabildeos políticos y cambios de nóminas por las divisiones internas entre las principales cinco fuerzas en el Legislativo.
La sesión plenaria de este jueves promete ser peliaguda. Algunos diputados se cuestionan quién presidirá la misma, en tanto otros advierten que el Congreso está incompleto porque no se ha juramentado a los sustitutos de Julio Juárez y Arístides Crespo, quienes guardan prisión preventiva por casos de corrupción.
El ambiente político está aún más caldeado por un reciente pedido de antejuicio contra el hasta ahora vicepresidente Felipe Alejos, señalado en el caso Tráfico de Influencias por el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
