Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- El fenómeno del nearshoring, que implica la relocalización de empresas a regiones más cercanas a su mercado principal, está creando una ola de oportunidades en México. Aunque tradicionalmente se ha asociado con industrias manufactureras y automotrices, el sector agrícola mexicano también se perfila como un beneficiario potencial de esta tendencia global.
En el área de agronegocios de Santander, se ha destacado la capacidad de México para atraer inversiones en el sector agrícola, subrayando que el nearshoring no solo es relevante para las industrias pesadas, sino también para el agro.
México ya es el tercer proveedor más grande de importaciones agrícolas de Estados Unidos, con una participación del 31 por ciento, suministrando productos como hortalizas, frutas, vegetales y bebidas alcohólicas.
En 2022, este comercio alcanzó los 44 mil 200 millones de dólares, una cifra que refleja la importancia del sector en la economía mexicana. De hecho, el sector agropecuario representó el 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México hasta el primer trimestre de 2023 y empleó al 11.8 por ciento de la población económicamente activa del país.
El fuerte vínculo comercial entre México y Estados Unidos es un catalizador para el crecimiento del sector agrícola bajo el nearshoring. En 2022, México exportó productos agrícolas a Estados Unidos por un valor de 28 mil 900 millones de dólares.
La disponibilidad de territorio, los costos competitivos de mano de obra y de transporte hacen de México un destino atractivo para la inversión agrícola de empresas multinacionales, ya sea directamente o a través de asociaciones con productores locales.
Para capitalizar plenamente esta oportunidad, es importante que los productores mexicanos aborden uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector: la escasez de agua. Las sequías recurrentes han dejado estragos en vastas áreas del territorio nacional, afectando la producción agrícola.
La implementación de técnicas avanzadas de riego y manejo del agua deberán enfrentar esta barrera.
Tecnologías como el riego por goteo y el uso de invernaderos que optimizan la humedad pueden ser soluciones efectivas para enfrentar las restricciones hídricas y garantizar una producción agrícola más eficiente.
La adaptación a estos métodos no solo mejorará las condiciones de este sector ante el cambio climático, sino que también aumentará la competitividad de los productos mexicanos en el mercado global.
La inversión en infraestructura de riego y tecnología agrícola avanzada permitirá a México mantener y ampliar su posición como un proveedor líder de productos agrícolas a Estados Unidos y otros mercados internacionales.
El nearshoring ofrece una oportunidad sin precedentes para el sector agrícola mexicano, pues al enfocarse en mejorar el uso del agua y adoptar nuevas tecnologías, los productores nacionales pueden asegurar un crecimiento y atraer inversiones para mejorar sus condiciones.
Esta transformación no solo fortalecerá la economía nacional, sino que también consolidará a México como un actor muy importante en la cadena de suministro agrícola global.
La clave está en la innovación y en la gestión eficiente de los recursos, permitiendo que el agro mexicano florezca en el nuevo contexto económico internacional.