Agencias/Ciudad de México.- Las autoridades rusas están empleando tácticas de presión y engaño para reclutar trabajadores migrantes de Asia Central en el ejército ruso, según activistas de derechos humanos. Estos migrantes son llevados a las oficinas de reclutamiento, donde son convencidos u obligados, a veces con amenazas y violencia, a firmar contratos con el Ministerio de Defensa ruso.
El reclutamiento de trabajadores migrantes para servir en el ejército ruso se hizo público poco antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Los migrantes fueron persuadidos con la promesa de recibir la ciudadanía rusa después de seis meses de servicio.
En mayo de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto que facilita la concesión de la ciudadanía rusa a extranjeros que firmen contratos de un año con el ejército ruso. Desde entonces, los extranjeros que solicitan la naturalización a menudo son enviados a las juntas de reclutamiento para obtener un certificado, y luego se les presiona para que firmen un contrato con el ejército.
Esta práctica ha llevado a que muchos inmigrantes enfrenten dificultades y sanciones legales en sus países de origen, ya que el servicio en un ejército extranjero se considera mercenarismo y está penalizado. Las penas de prisión por este delito varían de cinco a doce años en diferentes países de Asia Central.
Aunque no se tiene un número exacto de cuántos migrantes de Asia Central han sido reclutados para el ejército ruso en Ucrania, se estima que podrían ser decenas de miles. Esta práctica ha aumentado la presión sobre los inmigrantes y sus derechos, mientras las autoridades rusas buscan aumentar el número de soldados en sus fuerzas armadas.
