En nuestro surrealismo y bajo las décadas de dominación unipartidista –donde aprendimos el ejercicio- nada es cierto; nada es verdad; lo real es ficticio y lo ficticio también es irreal. Lo increíble, creíble.
Por Raúl Caraveo Toledo/Ciudad México.- A cinco días o 120 horas de la reclusión del presidente Andrés Manuel López Obrador por contagio de Covid-19 el escenario no podía ser mejor; las múltiples manifestaciones de apoyo y empatía por su rápido restablecimiento en el interior del país y en el extranjero no podía contrastar mejor con las aisladas voces de creadores de falsas noticias, deseos abominables, sentencias absurdas, en fin; la oposición se pinta sola de un nivel deplorable.
Sin embargo la ausencia en las redes y pantallas de los dispositivos electrónicos de la imagen del presidente no podía ser desperdiciada era oportunidad única de ataque y así fue, a partir de la tarde del viernes 29 comenzaron a circular mensajes de odio que señalaban un posible daño neurológico, incluso parálisis facial; la estrategia podía ser ideal, se pretendía a partir de la mañana de éste sábado marcar tendencia con esa falsa noticia, crear las reacciones de las bolsas de valores e inestabilidad por el evento que dañarían a México (a la oposición nacional lo que menos le importa es la estabilidad y gobernabilidad) no eran suficientes las declaraciones de Olga Sánchez Cordero ni de Hugo López Gatell; así ocurrió hasta la tarde-noche del viernes que se emite por twitter y Facebook un video de 14 minutos donde el presidente explica, camina, gesticula con ambos brazos, reafirmando su condición de recuperación paulatina.
El entramado planeado se cae, queda sin efecto, la “inteligencia” de la oposición vuelve a quedar en ridículo. Ahora a buscar una segunda estrategia; desde el hecho de que no traía cubre bocas en un pasillo amplísimo sin gente de Palacio Nacional, hasta la duda de que no le dio Covid y todo es una estrategia para medir simpatías; en fin, la “inteligencia” de los opositores no descansa ni tiene fin.
En nuestro surrealismo y bajo las décadas de dominación unipartidista –donde aprendimos el ejercicio- nada es cierto; nada es verdad; lo real es ficticio y lo ficticio también es irreal. Lo increíble, creíble.
Cuánto daño causaron, cuánto mal hicieron a generaciones de gente que de buena fe confió en ellos.
Para el 6 de junio tendremos una segunda oportunidad de oro para eliminar a los creadores de la debacle nacional de los últimos tiempos. En el 2018 no fue suficiente, quedamos a unos milímetros de lograrlo. Es tarea de todos los mexicanos que aman su país.
Lo cierto es que si fue un estudio intencionado o no los resultados decepcionaron a una oposición moralmente derrotada
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Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, escribe para www.sdpnoticias.com www.sinlineamx.com www.gobernantes.com www.revistadigitalqr.com.mx www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com www.insurgentepress.com.mx y en Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us.