Agencias/Ciudad de México.- La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, quiere que los niños de su país se vean a ellos mismos no como una generación que soporta una desgastante guerra, sino como una “generación de ganadores”.
Zelenska pasó un día en un campamento de rehabilitación para niños ucranianos en la relativamente segura ciudad de Uzhhorod, en el oeste del país, y dijo en el margen de las actividades, que trabajar con la próxima generación es una obligación moral y “una prioridad estratégica” para el futuro de Ucrania.
Muchos de los niños volverán a ciudades en el frente de batalla después de pasar unas pocas semanas en el campamento, un tiempo apenas suficiente para superar el trauma que enfrentan una y otra vez.
“Este tema se debe abordar de inmediato, tan pronto como surge, antes de que crezca y se convierta en algo más”, dijo Zelenska a The Associated Press en una breve entrevista en el campamento.
La fundación que lleva su nombre, financiada en su totalidad por donaciones extranjeras, creó el campamento junto con la organización sin fines de lucro Voices of the Children. En un estudio realizado este año por la Fundación Olena Zelenska y la Escuela de Economía de Kiev, se encontró que 44% de los niños ucranianos muestran signos de trastorno de estrés postraumático.
Vestida informalmente con zapatos deportivos blancos, pantalones negros, una camiseta blanca y un collar de perlas, Zelenska participó con los niños en las actividades del campamento.
Desde el inicio de la guerra, ella surgió como embajadora no oficial de Ucrania ante el mundo. Fue el primer miembro de la familia del presidente Volodymyr Zelenskyy en salir del país después de la invasión rusa, iniciada en febrero de 2022, para promover la causa ucraniana. Pero se mantiene igualmente activa dentro de Ucrania, y es fácilmente reconocible por las familias desplazadas y los soldados heridos a los que visita.
En el campamento, participó en una sesión de terapia artística, sentada junto a un niño cuya vivienda fue alcanzada por una bomba aérea y que luego fue obligado a evacuar su ciudad natal antes del avance ruso de este verano.
Zelenska sonreía y participaba con los niños, examinando cada acuarela que le mostraban. Incluso dibujó una flor rosa, una estrella y un corazón. En la conversación, no se tocó el tema de la guerra.
“Para garantizar que nuestros niños no se conviertan en una generación perdida, nosotros, como adultos, no sólo debemos ser activos, sino también rápidos”, dijo Zelenska. “Es difícil, pero aún está la defensa en curso del país. Sin embargo, confío en que la política, combinada con la cooperación internacional, pueda obrar maravillas”.
La primera dama dijo que escuchó por primera vez acerca de la “fatiga de guerra” en el verano de 2022, pero se rehúsa a creer en ella.
“Cuando tu vecino sufre un incendio, parece inútil decir: ‘Estoy cansado de tu incendio. Detenlo. Olvidémoslo’”, dijo. “Todavía necesitamos ayuda, y seguiremos pidiéndola. No porque seamos atrevidos, sino porque es vital para nuestra supervivencia”.
Olena Zelenska creció en Kryvyi Rih, una ciudad en el centro de Ucrania donde también creció su marido. Ambos se conocen desde la época de la universidad. Ella estudió arquitectura y él abogacía.
Sin embargo, más tarde los dos cambiaron de rumbo y se dedicaron a la comedia. Ella se dedicó en particular a escribir guiones, en la productora que fundó Zelensky, Studio Kvartal 95. Se casaron en 2003, tras ocho años de noviazgo, y un año después, tuvieron a su primera hija. Su hijo nació en 2013.
Si bien prefiere mantener un perfil bajo, Zelenska aprovecha el poder de las redes para alentar a sus compatriotas en medio de la crisis y para conseguir ayuda para salir adelante.