Redacción
Ciudad de México, 16 agosto 2017.-El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) prepara un diagnóstico sobre la situación del mercurio en el país para presentar, a finales de año, una estrategia que atienda este problema.
Así lo informó la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en un comunicado, en ocasión de la entrada en vigor, este miércoles, del “Convenio de Minamata”, acuerdo internacional que busca disminuir al mínimo el uso de este metal pesado.
La “Evaluación Inicial del Convenio de Minamata”, que prepara el INCC, será la base para diseñar la estrategia con la que México cumplirá los compromisos del propio Convenio y de la iniciativa “Salud Libre de Mercurio hacia el año 2020”.
La estrategia será diseñada por las secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales; Relaciones Exteriores y Salud.
El Convenio de Minamata busca proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio y sus compuestos, a partir de actividades humanas, debido a los graves daños a la salud ambiental y de las personas que se pueden derivar del manejo de este metal.
Hoy se sabe que el mercurio puede contaminar agua, suelo, aire y acumularse y pasar de una especie a otra a través de la depredación, incluyendo, por ejemplo, el paso de peces como el salmón o la trucha, al ser humano.
La presencia de diferentes tipos de mercurio puede generar graves daños a la salud física, discapacidad intelectual, daños neuronales y desórdenes permanentes e irreversibles en el sistema nervioso central.
Dos sucesos trágicos pusieron en el foco internacional este grave problema de salud: la catástrofe de Minamata, donde la población de esa bahía japonesa y sus alrededores consumió pescado contaminado con metilmercurio, dando origen a la “enfermedad de Minamata”.
Otro caso grave fue el envenenamiento con mercurio de varias poblaciones rurales de Irak que consumieron arroz contaminado con el fungicida fenilmercurio y desarrollaron el mismo padecimiento.
De ahí que el Convenio de Minamata, del que México es parte, busque proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio.
El Convenio dispone la prohibición de nuevas minas de mercurio, la eliminación de las existentes, la reducción de su uso en productos y procesos, medidas de control de las emisiones a la atmósfera y liberaciones al suelo y agua, así como la regulación de la minería de oro artesanal y a pequeña escala.
Además, este convenio promueve el almacenamiento provisional de mercurio, su eliminación una vez que se convierte en residuo y la gestión adecuada de los sitios contaminados con dicho metal.