Agencias/Ciudad de México.- Apenas han transcurrido unos días del año 2025 y los vehículos eléctricos ya están viviendo una montaña rusa. La semana pasada, Tesla dio el pistoletazo de salida a este accidentado viaje al informar de que, por primera vez, el vigente campeón de los vehículos eléctricos estadounidenses había entregado menos autos en todo el mundo que el año anterior. El fabricante de automóviles entregó 1,789 millones de vehículos en 2024, un 1.1% menos que los 1,808 millones entregados en 2023. Las acciones de Tesla se desplomaron un 8% tras conocerse la noticia.
A pesar de toda la expectativa de que Tesla Inc. se beneficiaría del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Wall Street no está tan seguro de que el fabricante de automóviles pueda evitar su primera caída anual de ventas en más de una década.
Los analistas encuestados por Bloomberg estiman que la empresa podría entregar unos 510,400 vehículos en los tres últimos meses del año. Eso supondría un nuevo récord trimestral para Tesla, pero la empresa necesitaría vender unos 4.600 automóviles más para cumplir su pronóstico de un leve crecimiento en 2024.
El fabricante de automóviles sumó más de 733,000 millones de dólares de capitalización bursátil desde el día de las elecciones hasta mediados de diciembre, cuando su valoración alcanzó un máximo de 1.54 billones de dólares. Aunque los inversionistas han estado apostando a que la aparición de Musk como donante insignia del presidente electo Trump dará dividendos a sus empresas, una caída anual de las ventas podría generar algunas dudas.
Después de todo, las propuestas políticas de Trump distan mucho de ser un éxito rotundo para Tesla. Aunque un marco federal para el despliegue de vehículos autónomos es motivo de optimismo, no está claro que la tecnología de la compañía esté lista. Los asesores de Trump también le están recomendando que derogue las subvenciones a los vehículos eléctricos y que haga retroceder las normativas sobre economía de combustible y contaminación del tubo de escape, los que generan importantes ingresos para Tesla.
“Esta cifra es totalmente incierta”, dijo Gene Munster, socio gerente de la firma de inversión en crecimiento Deepwater Asset Management, sobre las entregas de Tesla en el cuarto trimestre. Munster desconfía de que Musk se distancie de los consumidores políticamente de izquierda y se incline hacia los seguidores de Trump, que no han estado comprando vehículos eléctricos. Dicho esto, la perspectiva de que los créditos fiscales desaparezcan pronto podría “exprimir realmente” las ventas de Tesla, aseveró.
Musk ha mantenido a lo largo del año que Tesla se encuentra entre dos “olas de crecimiento” y ha pronosticado en repetidas ocasiones que la autonomía dará lugar a una siguiente etapa de expansión. La primera se inició cuando la empresa empezó a lanzar su VE más asequible, el sedán Model 3, y siguió con el exitoso utilitario deportivo Model Y.
Aparecieron más cifras de ventas anuales y la historia de los vehículos eléctricos se tornó más halagüeña. General Motors dijo que vendió un 50% más de eléctricos que el año pasado, con su SUV Chevrolet Equinox EV a la cabeza. El Prologue EV de Honda, que se puso a la venta a mediados de año, vendió 33,000 unidades, lo que supuso un gran éxito para el debut de la marca japonesa en EE UU. Incluso Ford, que el año pasado dijo que abandonaría su plan de aumentar las ventas de vehículos totalmente eléctricos en favor de una combinación de VE, híbridos y autos de gasolina, vendió más de 50,000 Mustang Mach-Es.
Es probable que las cifras de ventas mundiales de vehículos eléctricos no se conozcan hasta el mes que viene, pero los analistas afirman que, en Estados Unidos, los vehículos eléctricos parecen ir camino de alcanzar un razonable 8% de las ventas totales de automóviles en 2024.
Quizá “montaña rusa” sea un poco dramático. En muchos aspectos, la historia de las ventas de vehículos eléctricos (e incluso la subtrama de Tesla) se está desarrollando tal y como todo el sector pensaba. En la primera parte de la década, “la gente pensaba que los vehículos eléctricos crecerían como un palo de hockey”, dice Stephanie Brinley, analista principal de automoción de S&P Global Mobility, “pero no era realista. La forma en que estamos viendo evolucionar el mercado es más realista.”
“Todo el mundo sigue avanzando lentamente”, señala Corey Cantor, asociado sénior que cubre los vehículos eléctricos en BloombergNEF, de los vehículos eléctricos y sus fabricantes.
Nadie dijo que la transición a los vehículos eléctricos fuera a ser fácil. La electrificación “ha sido uno de los mayores cambios que ha experimentado la industria automovilística, y la industria automovilística no cambia de la noche a la mañana”, afirma Ivan Drury, director de análisis de Edmunds, el sitio web de automoción.
Fabricar una cadena cinemática totalmente nueva y conseguir las baterías minerales que la alimenten es solo la mitad del reto. Cambiar los hábitos de compra de la gente, sobre todo para una de las adquisiciones más caras de su vida, será la otra mitad. Dadas estas limitaciones, “es sorprendente que hayamos visto tantos cambios”, destaca Drury.
Incluso el bache de Tesla puede considerarse una prueba de que el fabricante de Elon Musk está haciendo algo bien. En 2006, Musk publicó su “Plan Maestro”, que establecía el “propósito general” de Tesla: “ayudar a acelerar el paso de una economía de hidrocarburos de minería y quema a una economía eléctrica solar, que creo que es la principal, pero no la única, solución sostenible”.
Los problemas de crecimiento anual de Tesla se deben, en parte, a que la táctica funcionó y ahora hay mucha más competencia mundial en el sector de los vehículos eléctricos. Tesla perdió oficialmente su título de primer fabricante mundial de VE el año pasado en favor de la china BYD, que produjo unos 4,500 eléctricos más el año pasado. (Tesla siguió vendiendo más VE, con la importante ayuda de los compradores chinos, que adquirieron un 8.8% más de VE del fabricante el año pasado que en 2023).
Que el proyecto mundial de electrificación de los vehículos siga adelante depende, en parte, de la política. En Estados Unidos, las ventas de VE se dispararon en el último trimestre del año. Esto se debe quizás a que los consumidores se enteraron de los planes de la nueva administración Trump de eliminar los incentivos a los vehículos eléctricos y siguieron el consejo de los expertos de comprar coches nuevos cuando aún podían obtener subvenciones. ¿Qué ocurrirá en 2025 si desaparecen esos incentivos a la compra?
A falta de conocer más cifras de ventas, las de 2024 parecen mostrar un sector que avanza como debe: “Es una transición de locos”, indica Brinley, la analista, sobre el cambio a los vehículos eléctricos. Pero se muestra confiada: “Vamos a ver una mayor adopción”, concluye.
Las tendencias de la industria del vehículo eléctrico, ahora, las marca el mayor mercado automovilístico del mundo: China. Las ventas de vehículos eléctricos en el gigantesco mercado chino van a superar a las de vehículos de combustión interna mucho antes que en la gran mayoría de países occidentales, con todo lo que ello conlleva en términos de emisiones y de progresión de sus marcas.
A lo largo del 2025, las ventas de vehículos eléctricos llegarán a suponer entre un 55% y un 60% del total de vehículos vendidos. Si lo unimos al descenso en emisiones de dióxido de azufre, de más de dos tercios en los últimos quince años, parece claro que algo está cambiando en el gigante asiático, y eso es algo verdaderamente importante para un planeta en el que todos tendríamos que estar reclamando nuestro derecho y el de nuestros hijos a respirar aire con una calidad razonable.
Efectivamente, las ventas de Tesla no han crecido como se esperaba, pero esto ya no quiere decir en absoluto que las ventas de vehículos eléctricos no lo hayan hecho. Las ventas de Tesla crecerán o no en función de si renueva su línea de productos, si lanza un modelo de precios más asequibles, si Musk deja de resultar incómodo para mucha gente o si Donald Trump mantiene o no los subsidios a la compra, pero eso ya no es representativo de la tendencia general del vehículo eléctrico. En Estados Unidos ha crecido hasta Rivian.
A nivel mundial, los vehículos eléctricos seguirán restando participación de mercado a los vehículos de combustión interna a medida que sus precios disminuyen, las opciones de los consumidores se expanden y las estaciones de carga proliferan, generando un auténtico problema para las compañías petrolíferas. Las predicciones para 2025 apuntan a un crecimiento sólido y sostenido, y a la evidencia de que el mercado ya ha entendido que comprar vehículos de combustión es comprar tecnología obsoleta y, sobre todo, sin futuro.
A pesar de todo lo que se dijo el año pasado sobre la desaceleración de los vehículos eléctricos, las ventas mundiales alcanzaron un récord de diecisiete millones de vehículos en 2024, y se espera que aumenten alrededor de un 20% este año. Que debería ser más rápido si queremos doblegar la emergencia climática a tiempo, pero implica lo que implica: que el cambio tecnológico en el transporte está teniendo lugar.