Agencias/InsurgentePress/Ciudad de México.- En un partido desafortunado, Atlas desaprovechó la posibilidad de conseguir su primera victoria en la temporada y empató 0-0 con un desordenado conjunto de Lobos BUAP, en la jornada 4 del torneo Apertura 2018. Ante las pocas acciones de peligro, destacó la error de Colin Kazim-Richards, quien falló un tiro penal para los poblanos.
Con el resultado, Atlas sigue sin anotar y se quedó entre los últimos puestos con dos puntos, al tiempo que el plantel de la BUAP tiene cuatro unidades de 12 posibles y con sufrimiento se aferra a la mediatabla.
Después de la llegada de Rafael Márquez como director deportivo del conjunto rojinegro, la escuadra visitante salió animada en busca de gol. El escenario parecía perfecto, con una intensa lluvia enfrentaban a unos Lobos desvalidos en la cancha y abandonados por su afición en el estadio Olímpico de la BUAP.
Sin embargo, los desaciertos en el ataque complicaron las cosas. En los primeros instantes, Ricardo Álvarez recibió un pase filtrado y lanzó un remate que pasó a escasos centímetros de la meta. Poco después apareció Clifford Aboagye con un disparo que se fue por arriba del arco.
Un aullido del sonido local intentaba alentar a los poblanos, pero el conjunto dirigido por Francisco Palencia no reaccionaba, era lento en el ataque y dejaba espacios en la defensa. El técnico sólo veía con impaciencia el duelo, al tiempo que se llevaba las manos a la cara para ocultar su molestia.
Ante el gris desempeño de los locales, el guardameta Antonio Rodríguez surgió como su hombre más fuerte. El arquero superó en un mano a mano a Andrés Hernández y más tarde rechazó un disparo de Christian Calderón.
Michel Orozco cometió una supuesta mano que no fue marcada por el silbate Óscar Macías. Los Zorros reclamaron la pena máxima sin conseguir que fuera otorgada.
Casi en seguida, el árbitro marcó un penal en favor de Lobos por una falta dentro del área de Isamel Govea. El castigo se convirtió en la primera oportundidad de los locales para llegar a las redes, pero el turco Colin Kazim-Richards frustró el festejo al cobrar un tiro que pegó en el poste derecho.
El complemento se mantuvo con la misma tónica. El estratega Gerardo Espinosa, de Atlas, vivía en la desesperación. “¡No mames!”, lamentaba el timonel ante las fallas de su equipo, el cual tenía el dominio en la cancha y no lograba reflejarlo en el marcador.
Pese los gritos de Espinosa, el cierre fue gris. Sin mucho ánimo, los rojinegros bajaron la intensidad en el ataque y sólo Raúl Rivero se acercó con disparos aunque no logró quebrar el apático resultado.
Con información de Reforma.