Agencias/ Ciudad de México.- Lamine Diack, el polémico dirigente del atletismo mundial que fue sentenciado por extorsionar a atletas y acusado de recibir sobornos en una elección de sede para Juegos Olímpicos, ha muerto, según informó su familia el viernes. Tenía 88 años.
Awa Diack, sobrino del expresidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), dijo a The Associated Press que “mi tío Lamine Diack falleció durante la noche del jueves al viernes“.
Por 16 años, Diack estuvo al frente de la IAAF, ahora llamada World Athletics. Pero su nombre se ha convertido en sinónimo de corrupción en el ámbito olímpico desde 2015, cuando surgieron acusaciones de faltas poco después de que su periodo al frente del organismo terminó.
Diack falleció en su país natal, Senegal, a donde se le permitió volver este año luego de pasar algunos años bajo arresto domiciliario en Francia y posteriormente condenado por varios cargos de corrupción relacionados con abuso de poder desde sus cargos prominentes en el deporte mundial.
“Con la muerte de Lamine Diack, Senegal pierde a uno de sus hijos más ilustres”, tuiteó el presidente del país del oeste de de África, Macky Sall.
Un expolítico senegalés, Diack se convirtió en presidente de la IAAF en 1999 y presenció el crecimiento del atletismo durante su periodo en el cargo, en parte debido a la popularidad del velocista Usain Bolt.
Tras bambalinas, Diack y su hijo Papa Massata Diack estuvieron involucrados en acciones ilícitas que mancharon la integridad del atletismo y los procesos del Comité Olímpico Internacional (COI) en la elección de sedes de los Juegos Olímpicos.
Padre e hijo fueron vinculados con extorsiones a corredores a cambio de encubrir sus casos de dopaje antes de los Juegos de Londres 2012 y de recibir sobornos de parte de funcionarios brasileños para ayudar a asegurar que Río de Janeiro fuera elegida la ciudad sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Entre sus oponentes estaba una candidatura de Chicago respaldada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama en la votación llevada a cabo en Dinamarca.
Una investigación que sigue en marcha de las autoridades francesas ha vinculado a Papa Massata Diack con acciones financieras ilícitas ligadas a la selección de Tokio como sede de los Juegos Olímpicos de 2020.
Diack fue sentenciado a cuatro años de prisión, dos de ellos suspendidos, en septiembre de 2020 por encubrir el pago de sobornos de atletas rusos involucrados en casos de dopaje y el financiamiento de Rusia de campañas políticas en Senegal.
En mayo, Diack regresó a Senegal proveniente de Francia, donde había estado bajo arresto domiciliario, después de que un club local de fútbol pagó una fianza cercana a los 600,000 dólares para que se le permitiera volver a su país natal.
Diack fue condenado por varios cargos de corrupción registrados durante su periodo, algunos de ellos relacionados con el escándalo de dopaje ruso. Su hijo fue sentenciado en ausencia a cinco años de prisión.