Agencias, Ciudad de México.- El bloqueo de la red social X en Brasil generó divisiones entre usuarios y políticos en torno a la legitimidad de la prohibición, y muchos brasileños tuvieron dificultades y dudas para hacer uso de otras redes sociales en su lugar.

El cierre de la plataforma de Elon Musk inició, con lo que quedó inaccesible en gran medida en internet y en aplicaciones móviles. Ello ocurrió luego de que el multimillonario se negara a nombrar a un representante legal en el país, con lo cual incumplió un plazo impuesto por Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal. El bloqueo supone una intensificación de una disputa de meses entre Musk y De Moraes sobre la libertad de expresión, las cuentas de extrema derecha y la desinformación.

Brasil es uno de los mayores mercados para X, con decenas de millones de usuarios.

“Tengo la sensación de no tener ni idea de lo que acontece en el mundo ahora mismo. Es extraño”, escribió en Threads Chico Barney, redactor de espectáculos y usuario asiduo de X. Threads es una aplicación basada en texto desarrollada por Instagram que Barney está utilizando mientras se reactiva X. “Este algoritmo de Threads es como un restaurante en el que uno puede comer todo lo que quiera y en el que el mesero sigue sirviendo cosas que yo jamás pediría”.

Bluesky, una red social lanzada el año pasado para competir con X y otras redes sociales más conocidas, ha experimentado un gran auge de usuarios brasileños en los últimos dos días. La empresa dijo que se le han sumado unos 200,000 usuarios nuevos de Brasil durante ese tiempo, y que el número “sigue creciendo minuto a minuto”. Los usuarios brasileños también están estableciendo récords en actividades como seguir a otros usuarios y dar “me gusta”, señaló Bluesky.

Quienes ya usaban otras redes sociales les dieron la bienvenida a los nuevos usuarios brasileños. “Hola literalmente a todo Brasil”, escribió un usuario en Threads. “Aquí somos mucho más amables que en Twitter”, la versión previa de X, escribió otro.

La migración de una plataforma a otra no es algo nuevo para los brasileños. La red social Orkut fue muy popular entre ellos, y cuando desapareció, no dudaron en migrar a otras redes.

X no es tan popular en Brasil como Facebook, Instagram, YouTube o TikTok. Sin embargo, sigue siendo una red social importante para los brasileños, en la cual participan en debates políticos, y es muy influyente entre políticos, periodistas y otros forjadores de opinión.

En ella también comparten su sentido del humor. Muchos de los memes más famosos del país se originaron en publicaciones en X antes de viralizarse a otras redes sociales. La semana pasada, por ejemplo, los brasileños colaboraron en la creación de un absurdo guion para una telenovela ficticia, con un tema musical creado con herramientas de inteligencia artificial.

Artistas pop y sus seguidores también se vieron afectados luego de que X se volviera inaccesible desde Brasil.

“¡¡¡Esperen… muchas de mis páginas de fans son brasileñas!!! ¡¡¡Vuelvan, esperen!!!”, escribió la rapera estadounidense Cardi B en X. Una cuenta de fans dedicada al actor Timothée Chalamet, la cual opera bajo el handle TimotheeUpdates, informó que dejaría de actualizar su contenido temporalmente, ya que todos sus administradores son brasileños.

De Moraes dijo que X permanecerá suspendida hasta que cumpla sus órdenes, y también fijó una multa diaria de 50.000 reales (8.900 dólares) para las personas o empresas que utilicen redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés) para acceder a dicha plataforma. Algunos juristas cuestionaron los motivos de esa decisión y cómo se haría respetar. Otros insinuaron que la medida era autoritaria.

La Orden de Abogados de Brasil dijo en un comunicado que le pediría al Supremo Tribunal Federal que revisara las multas impuestas a todos los ciudadanos que utilicen una VPN u otros medios para acceder a X sin el debido proceso. La Orden de Abogados argumentó que las sanciones nunca deben imponerse sumariamente antes de asegurar que haya un proceso jurídico y el derecho a la defensa.

“He utilizado mucho las VPN en países autoritarios como China para seguir accediendo a sitios de noticias y redes sociales”, dijo Maurício Santoro, catedrático de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, en la plataforma antes de que cerrara. “Nunca se me ocurrió que este tipo de herramienta se prohibiría en Brasil. Es distópico”.

Una búsqueda en X reveló que cientos de usuarios brasileños habían preguntado por servicios de VPN que potencialmente podrían permitirles seguir usando la plataforma al aparentar que se estaban conectando desde otro país.

“Los tiranos quieren convertir a Brasil en otra dictadura comunista, pero no cederemos. Repito: no voten por quienes no respetan la libertad de expresión. Orwell tenía razón”, escribió el diputado derechista Nikolas Ferreira, uno de los aliados más cercanos del expresidente Jair Bolsonaro, antes de que se bloqueara el acceso a X. Musk respondió con un emoji que daba a entender que estaba de acuerdo: “100”.

Ferreira es un YouTuber de 28 años que recibió la mayor cantidad de votos de los 513 legisladores federales electos en los comicios de 2022. De Moraes ordenó el bloqueo de sus cuentas en redes sociales después de que una turba de partidarios de Bolsonaro atacara el Congreso, el palacio presidencial y el Supremo Tribunal Federal de Brasil en enero de 2023 con el objetivo de anular las elecciones.

La legisladora Bia Kicis dijo que “las consecuencias de los ataques de Alexandre de Moraes a Elon Musk, X y Starlink serán lamentables para los brasileños”. También instó al presidente del Senado brasileño, Rodrigo Pacheco, a actuar. Kicis ha instado repetidamente a Pacheco a abrir un proceso de juicio político contra el juez del Supremo Tribunal Federal.

“Tenemos que salir de este estado de apatía y evitar que ocurra lo peor”, agregó Kicis, quien también es simpatizante de Bolsonaro y cuyos perfiles fueron bloqueados temporalmente por De Moraes en 2022.

Bolsonaro dijo en Instagram que la suspensión de X en Brasil era “otro golpe a nuestra libertad y seguridad jurídica”.

“No sólo afecta a nuestra libertad de expresión, sino que también socava la confianza de las empresas internacionales que buscan operar en suelo brasileño, con impactos que van desde la seguridad nacional hasta la calidad de la información que les llega a nuestros ciudadanos”, declaró Bolsonaro.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva respaldó la decisión de De Moraes y criticó a Musk por actuar como si estuviera por encima de la ley durante una entrevista con Radio MaisPB.

“Cualquier ciudadano, de cualquier parte del mundo, que tenga inversiones en Brasil está sujeto a la Constitución y a la legislación brasileña. Por lo tanto, si el Supremo Tribunal ha decidido que los ciudadanos deben cumplir con ciertas cosas, deben acatarlo o tomar otro proceder”, dijo Lula. “No porque el tipo tenga mucho dinero significa que puede faltarle al respeto (a la Constitución)”.

Ana Júlia Alves de Oliveira, una estudiante de 18 años, contó que muchos jóvenes como ella ya no ven los noticiarios ni leen los periódicos, y dependen únicamente de redes sociales como X para sus noticias. Sin esta plataforma se sentía desconectada.

“He perdido el contacto con lo que ocurre en el mundo”, afirma la jóven. “También veía mucho contenido de entretenimiento allí, así que ésta es una nueva realidad para mí”.

En un fallo posterior, se retractó de su decisión inicial de establecer un plazo de 5 días para que los proveedores de servicios de internet —y no sólo el regulador de las telecomunicaciones— bloquearan el acceso a X, así como de su directriz para que las tiendas de aplicaciones retiren las VPN.

Brasil es uno de los mayores mercados para X, que ha tenido problemas por la pérdida de anunciantes desde que Musk adquirió la plataforma en 2022, anteriormente llamada Twitter. El grupo de investigación de mercados Emarketer señala que unos 40 millones de brasileños —aproximadamente la quinta parte de la población— accede a X por lo menos una vez al mes.

“Este es un día triste para los usuarios de X en todo el mundo, especialmente los de Brasil, a los que se les está negando el acceso a nuestra plataforma. Desearía que no hubiera tenido que llegar a esto, me parte el corazón”, dijo la directora general de X, Linda Yaccarino y señaló que el país sudamericano no está haciendo valer su promesa constitucional de prohibir la censura.

La red de micromensajes X publicó en su página oficial de Asuntos Gubernamentales Globales que preveía que De Moraes suspendería a X “simplemente porque no acatamos sus órdenes ilegales de censurar a sus opositores políticos”.

“Cuando intentamos defendernos en los tribunales, el juez De Moraes amenazó con enviar a la cárcel a nuestra representante legal brasileña. Aun después de que ella renunció, el juez congeló todas sus cuentas bancarias”, escribió la empresa.

X ha tenido roces con De Moraes por rehusarse a cumplir las órdenes de bloquear a ciertos usuarios.

Entre las cuentas que la plataforma había cerrado anteriormente por órdenes de Brasil están las de legisladores afiliados al partido derechista del expresidente Jair Bolsonaro y de activistas acusados de socavar la democracia brasileña. Los abogados de X le enviaron un documento al Supremo Tribunal Federal en abril, en el cual señalaron que desde 2019 había suspendido o bloqueado a 226 usuarios.

En su decisión De Moraes mencionó ciertas declaraciones de Musk que afirmó, son evidencia de que la conducta de X “claramente pretende seguir alentando publicaciones con extremismo, discurso de odio y discurso antidemocrático, y tratar de ponerlas fuera del control jurisdiccional”.

En abril, De Moraes incluyó a Musk en una investigación en curso sobre la propagación de noticias falsas y abrió una investigación por separado en contra suya por presunta obstrucción.

Musk ha afirmado repetidas veces que las acciones del juez equivalen a censura, y su argumento ha encontrado eco en la derecha política de Brasil. Con frecuencia ha insultado a De Moraes en su plataforma, llamándolo dictador y tirano.

Los defensores de De Moraes han dicho que sus acciones contra X han sido legales, que han estado apoyadas por la mayoría del pleno del tribunal y que han servido para proteger la democracia en una época en que está en peligro. Escribió que su fallo está fundamentado en la ley brasileña que exige que las empresas extranjeras tengan representación en el país, de forma que puedan ser notificadas cuando haya decisiones jurídicas relevantes y tomen medidas necesarias, refiriéndose específicamente al retiro de contenido ilícito publicado por usuarios y de desinformación durante las elecciones municipales de octubre.

Jueces brasileños bloquearon WhatsApp, la aplicación de mensajería más usada en el país, varias veces en 2015 y 2016, debido a que la compañía se negó a acatar las solicitudes policiales para entregarle datos de usuarios. En 2022, De Moraes amenazó a la aplicación de mensajería Telegram con un cierre a nivel nacional, argumentando que en repetidas ocasiones había ignorado las solicitudes de jueces brasileños para bloquear perfiles y proporcionar información. Le ordenó a Telegram que nombrara a un representante local. Finalmente la compañía cumplió y siguió activa.

X y su versión previa, Twitter, han sido prohibidos en varios países, la mayoría de ellos regímenes autoritarios como Rusia, China, Irán, Myanmar, Corea del Norte, Venezuela y Turkmenistán. Otros países, como Pakistán, Turquía y Egipto, también han suspendido a X temporalmente, para aplacar disturbios y disidencias. Twitter fue prohibido en Egipto después de los disturbios de la Primavera Árabe, que algunos apodaron la “revolución de Twitter”, pero en la actualidad ya está en funcionamiento.

Una búsqueda en X mostraba a cientos de usuarios brasileños que preguntaban sobre las VPN, las cuales podrían permitirles seguir usando la plataforma al aparentar que están conectándose desde fuera del país. Por el momento no estaba claro cómo harán las autoridades brasileñas para vigilar el cumplimiento de esta práctica y para imponer las multas mencionadas por De Moraes.

“Esta es una medida inusual, pero su objetivo principal es asegurar que la orden judicial para suspender la operación de la plataforma sea eficaz en la práctica”, dijo a The Associated Press Filipe Medon, especialista en derecho digital y profesor en la facultad de derecho de la Fundación Getulio Vargas, una universidad de Río de Janeiro.

Mariana de Souza Alves Lima, conocida por su handle MariMoon, les mostró a sus 1,4 millones de seguidores en X a dónde piensa irse: publicó una captura de pantalla de la red social rival BlueSky.

Starlink, el proveedor de internet satelital propiedad de Musk dijo en X que esta semana De Moraes congeló sus finanzas, impidiéndole hacer cualquier transacción en el país, donde tiene más de 250.000 clientes.

“Esta orden se basa en una determinación infundada de que Starlink debería ser responsable de las multas impuestas —inconstitucionalmente— en contra de X. Fue emitida en secreto y sin permitirle a Starlink nada del debido proceso de ley garantizado por la Constitución de Brasil. Pretendemos atender el asunto jurídicamente”, señaló Starlink en su comunicado. El despacho jurídico que representa a Starlink le dijo a la AP que la compañía apeló, pero que no haría más comentarios.

Musk les respondió a personas que compartían los reportes sobre la congelación, y añadió insultos dirigidos a De Moraes. “Este tipo @Alexandre es un delincuente de la peor clase, disfrazado de juez”, escribió.

Posteriormente Musk publicó en X que SpaceX, que maneja Starlink, proporcionará servicio de internet gratuito en Brasil “hasta que el asunto sea resuelto”, ya que “no podemos recibir pagos, pero no queremos dejar fuera a nadie”.

En su decisión, De Moraes dijo que ordenó congelar los activos de Starlink debido a que X no tenía dinero suficiente en sus cuentas para cubrir las crecientes multas, y argumentando que las dos compañías forman parte del mismo grupo económico.

Aunque la orden de suspender X se emitió luego de advertencias y multas y por lo tanto fue adecuada, el actuar en contra de Starlink parece ser “altamente cuestionable”, dijo Luca Belli, coordinador del Centro de Tecnología y Sociedad de la Fundación Getulio Vargas.

“Sí, desde luego, tienen el mismo propietario, Elon Musk, pero es de carácter discrecional el considerar que Starlink forma parte del mismo grupo económico que Twitter (X). No tienen un vínculo, no están integradas”, señaló Belli.

El cierre de X en Brasil no es inédito.

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