El objetivo de todo esto es ayudar a los artistas a hacer cosas que de otra manera no podrían. Monte Lipman, de la productora Republic Records comentó que Apple esta preparada para hacer cosas que otras compañías no pueden

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- El portátil más popular de Apple está muerto. Seguirá vendiéndose pero queda relegada a la época en que se hacían productos sin pantalla retina. Era una demanda a gritos de parte de miles de personas: un MacBook Air con mejor pantalla, con más procesador, un trackpad más grande y reducción de peso.

Apple lleva más de 20 años buscando la simplificación de todo, incluyendo su línea de productos y el MacBook Air es una víctima de ello. Los tiempos avanzan y algunas cosas simplemente ya no funcionan.

De la misma forma en que Apple alguna vez se deshizo del iPod más popular (el iPod mini), eliminarán los Air y llenarán el hueco con un MacBook Pro de 13 pulgadas, que es exactamente igual a los nuevos presentados pero sin Touchbar. Incluye procesador Intel i5 de 2GB, SSD de 256GB, 8GB de RAM y dos puertos Thunderbolt que sirven como USB, HDMI, o para cargar.

Lo bueno: Es más pequeño, pesa básicamente lo mismo, tiene una pantalla retina francamente espectacular y es mucho, pero mucho más rápido.

Lo malo: La batería dura dos horas menos y es más caro. Mientras el MacBook Air de 13 pulgadas base se vende estos días por 999 dólares (más impuestos) o 1.099 euros (impuestos incluídos), el MacBook Pro Light cuesta 1.499 dólares (más impuestos) o 1.699 euros (impuestos incluídos).

Los MacBook Air, suponemos, seguirán vendiéndose hasta que la demanda sea tan pequeña que ya no tenga sentido fabricarlos. En caso que el MacBook Pro Light resulte una alternativa muy cara hay dos opciones: comprar un MacBook de 12 pulgadas que honestamente no podemos recomendar porque siguen siendo muy lentas para su precio o hacer el salto a un iPad Pro, que para muchas personas será una decisión sensata y más barato que adquirir un MacBook Air hoy, inclusive.

Apple también confirma la tendencia ya asumida pero para la que todavía quedaba un reducto de esperanza para que no se cumpliera: el MagSafe está condenado a la desaparición. El cargador más icónico de Apple durante muchos años tiene los días contados, y cada nuevo portátil de la compañía va encaminado en la misma dirección: sacrificarlo en favor de los puertos USB-C.

Cualquiera de esos puertos puede tener función de carga. Una configuración más versátil que también trae la posibilidad de realizar la carga a cualquier lateral. Un avance, pero que deja regusto amargo para los nostálgicos, los que hemos visto cómo durante años el MagSafe ha sido parte del argumentario de venta de los Mac.

Hace no tanto, incluso se especuló con la posibilidad de que extraoficialmente pudiésemos tener un MagSafe en el iPhone gracias a un adaptador en el puerto Lightning. Y con él, el retorno del conector magnético que a tantos nos enamoró.

Ha tenido que ser en el año del décimo aniversario cuando Apple deje entrever su más que previsible condena de muerte: el primer MagSafe apareció con el primer MacBook Pro durante la MacWorld de enero de 2010. Fue evolucionando ligeramente y aparte de su carácter magnético, también supuso una pequeña innovación el hecho de incluir un LED de color que permitía saber si estaba conectado a la red eléctrica o si la carga ya era completa.

En su legendaria campaña “Mac vs PC” de la década pasada, Apple utilizó al MagSafe como uno de los valores a destacar frente al resto de portátiles: su conector magnético evitaba que un tropezón con el cable acabase con el ordenador en el suelo.

Sin duda ya estamos en otra época, y la nostalgia no ayudará a adoptar lo nuevo. El MagSafe, aunque aguante alguna generación más de algún modelo ya en catálogo, desaparecerá irremediablemente.

Larga vida al MagSafe. Bienvenido, USB-C

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