Agencias/ Ginebra.- Al derribar a dos de los pesos pesados de Europa, Ajax se mofó de todo el poderío económico que detentan los grandes clubes en el viejo continente.
La asombrosa marcha del club para alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones, ganándole sin apelaciones a Real Madrid y Juventus en sus propios estadios, ha transformado a Ajax de otro equipo grande del pasado a adalid de los pobres.
“Queremos tener estas sorpresas cada año”, dijo Lars-Christer Olsson, el presidente de la Asociación de Ligas Europeas (EPFL), que teme que el ensanchamiento de la brecha financiera entre los clubes socavará el equilibrio competitivo en el continente.
La andadura europea de Ajax arrancó en la fase preliminar en julio pasado y ahora incluye haber eliminados a dos de los clubes más ricos del fútbol mundial.
Jerarcas de esos dos históricos clubes _ el presidente de Juventus Andrea Agnelli y el vicepresidente del Madrid Pedro López _ también están al frente de la Asociación Europea de Clubes (ECA), un grupo que mantiene negociaciones con la UEFA sobre el futuro de la Liga de Campeones.
Para mucho, ese futuro favorecerá en demasía a los ricos del fútbol al hacerle más imposible a los clubes de países chicos clasificarse a la fase de grupos de 32 equipos. También podría alterar la repartición de los 3.000 millones de dólares en premios. Los cambios podrían ser aprobados el año entrante y entrarían en vigor a partir de la temporada de 2024-25.
La UEFA sostendrá un encuentro con la EPFL el 8 de mayo en la sede de la entidad rectora en Nyon, Suiza.
La ECA representa a más de 230 miembros, como Ajax, pero los clubes más fuertes tienen más peso en cuanto a la estrategia a seguir. Lo que pretenden es una Liga de Campeones con más restricciones, que inevitablemente beneficiará a los clubes de los ligas más ricas y los mercados televisivos más lucrativos, dejando en situación vulnerables a países como Holanda, que están en la clase media del continente.
En su réplica, la EPFL quiere darle más importancia al mérito sobre la reputación.
“Necesitamos ser valientes y tener competiciones internacionales que se basen en los resultados más recientes de las domésticas para sostener toda la pirámide del fútbol”, dijo Olsson.
En tanto, los clubes de la liga holandesa han marcado el pasado en cuanto a compartir la riqueza. A partir de la próxima temporada, los clubes cederán el 5% de los premios correspondientes a la fase de grupos de la Liga de Campeones y la Liga Europa a sus rivales domésticos que no se clasificaron.
Ajax es un club que ha sido reverenciado durante mucho tiempo en Europa por armar equipos con talento propio que descubrió y formó con sus propios medios. La última camada podría emular a los exitosos conjuntos que brillaron a inicios de la década de los 70 y mediados de los 90, y potencialmente influir en las discusiones sobre el futuro de la Champions.
El actual formato ya era espinoso luego que el Ajax quedó segundo en la liga holandesa y debió superar tres rondas previo a la fase de grupos. Eso implicó poner proa antes del inicio del torneo doméstico, en lugar de la etapa de grupos en diciembre cuando debutan los conjuntos de las grandes ligas.
Para toparse con el Madrid, Juventus y ahora Tottenham empezó ante Sturm Graz, el segundo mejor equipo de Austria. Pese a ello, 53.000 aficionados acudieron a la Arena Johan Cruyff, el estadio que lleva el nombre del mejor jugador en la historia del club.
Esa ruta de acceso podría ser cerrada en el futuro cuando no se tenga garantías para los segundos de las ligas que no figuren en el Top 10 de Europa.
Unas declaraciones de Agnelli en una rueda de prensa de la ECA el mes pasado generaron inquietud.
“Un campeón no puede faltar”, dijo Agnelli sobre lo que debe ser la fisonomía de la Liga de Campeones dentro de cinco años.
Pero Ajax no se consagró campeón nacional, al igual que el Mónaco cuando dio alas a la incipiente carrera Kylian Mbappé y sorprendió al alcanzar las semifinales de 2017 tras sortear la fase preliminar.
Las últimas negociaciones sobre la Champions en 2016 perjudicaron a las ligas de nivel medio, como las de Suiza y Turquía.
En ese momento, las cuatro grandes ligas de España, Inglaterra, Alemania e Italia obtuvieron una cuarta plaza directa en la etapa de grupos con 32 equipos, asegurándose más dinero a expensas de lo chicos de Europa.
Los clubes sacaron provecho de la crisis de liderazgo en la UEFA ese año al amenazar con una Súper Champions.
El acuerdo semi secreto fue criticado por el eventual presidente de la UEFA Aleksander Ceferin, quien dijo que el “modelo ideal” para clasificarse a la Liga de Campeones era el actual. Entonces, los cuartos de las cuatro ligas más fuertes tenían que sortear una fase previa, en la que los equipos de Italia solían naufragar.
Es así que Ajax, que puja por el título de su liga con el PSV Eindhoven, tendrá que volver a la fase previa de la próxima edición a menos que gane esta Champions debido a que incluso el monarca holandés no tiene acceso directo a la fase de grupos.
La más reciente amenaza de la Súper Champions trascendió en un informe de Football Leaks en noviembre.
La revista alemana Der Spiegel publicó documentos confidenciales que revelaron un proyecto de una Súper Liga, vinculado al Real Madrid. El lote de 16 clubes participantes que se propuso incluyó al Milan, que lleva cinco años sin clasificarse a la Liga de Campeones, entre 11 fundadores que no se expondrían al descenso. Los cinco invitados incluirán al Olympique de Marsella, que ni siquiera pudo acceder a la ronda de eliminación de la Liga Europa esta temporada.
No había cabida para el Ajax.