Agencias, Ciudad de México.- A dos partidos de que arranquen los playoffs, los campeones Kansas City Chiefs y los Dallas Cowboys alargaron sus crisis con las derrotas en sus respectivos partidos de la semana 16 de la temporada 2023 de la NFL.

Chiefs cayó en casa de manera sorpresiva por 14-20 ante Las Vegas Raiders; fue su cuarta caída en los recientes seis juegos que le costó perder la posibilidad de luchar por terminar el año como número uno de la Conferencia Americana (AFC).

Kansas City aún tiene en sus manos obtener su octavo título consecutivo del Oeste de la AFC si logra un triunfo en los dos partidos que le restan ante Bengals, en la semana 17, o Chargers, en el cierre de la campaña, algo que se queda corto en las expectativas generadas por esta franquicia.

La tensión dentro del equipo del entrenador Andy Reid quedó evidenciada con la frustración de sus estelares Patrick Mahomes y Travis Kelce en el tropiezo ante Raiders.

Antes del descanso de ese encuentro, Mahomes gritó y reclamó a los miembros de su línea que permitió que lo capturaran cuatro veces atrás, y Kelce descargó su furia arrojando su casco contra una mesa.

El enojo de ambos está justificado. El grupo de receptores de Kansas City es el que más pases ha dejado caer en lo que va del año. Además, la ofensiva de los monarcas es la más penalizada de la NFL.

Sin olvidar que Chiefs es el segundo equipo que más pérdidas de balón acumula hasta la semana 16.

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La espiral descendente de los monarcas los tiene a dos semanas del final de la campaña sin un lugar seguro en playoffs, que, aunque parece que conseguirán sin problema, los deja lejos de la marca de favoritos a repetir como protagonistas en el próximo Super Bowl.

En la Conferencia Nacional (NFC) los Cowboys están en un tobogán similar.

El domingo pasado cayeron 22-20 ante Miami Dolphins, segundo descalabro en fila que le costó la cima de la división Este, posición que perdieron ante los Philadelphia Eagles que ahora dominan su destino par conservarla.

Dallas tiene 10 ganados y cinco perdidos. Es, hasta la semana 16, el quinto sembrado de la NFC; lo alarmante es su incapacidad de ganar fuera de casa.

Cuando juega en su hogar, el AT&T Stadium, el equipo de la estrella solitaria tiene récord perfecto en siete juegos, pero fuera ostenta marca de 3-5, augurio nada alentador de lo que le espera si clasifica a los playoffs en la quinta posición de la NFC, que ocupa ahora, porque tendrá que ser visitante en su juego de comodines.

A lo anterior se agrega un añejo problema. Los Cowboys son el segundo equipo más penalizado de la NFL, acumula 108 castigos a falta de dos juegos; el año pasado fue el número uno con 141.

El cierre no será sencillo, en la semana 17 chocará con Detroit Lions, el número tres en la NFC; y en la última semana jugará con los Commanders.

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Lamar Jackson incrementó la posibilidad de llevarse el MVP y Baltimore dejó las cosas en claro con la convincente victoria 33-19 ante San Francisco en el duelo estelar entre los dos mejores equipos.

Los Ravens (12-3) lograran tener una semana de descanso y ventaja de casa durante la postemporada con un triunfo en casa el domingo ante Miami (11-4).

“Me siento honrado con esta conversación”, admitió Jackson sobre su probabilidad de llevarse su segundo MVP. “Sólo tenemos que seguir ganando para llegar a febrero. Es todo”.

La meta de Jackson no es el premio individual, él quiere el anillo de Super Bowl. Los Ravens han ganado cinco duelos seguidos y no pueden aflojar antes de enfrentar a los Dolphins.

Los 49ers (11-4) eran considerados el mejor equipo hasta que se toparon con Roquan Smith y la tenaz defensiva de Baltimore. Brock Purdy, quien se convirtió en favorito al MVP con una gran racha de seis triunfos, lanzó cuatro intercepciones y terminó la noche observando el final desde la línea de banda.

A pesar de la derrota San Francisco sigue en control del primer lugar de la Conferencia Nacional. Los 49ers confirmarían el liderato con triunfos ante Commanders y Rams.

Pero el resto de la NFC ahora sabe que hay esperanzas tras ver a los Ravens derrotar a San Francisco. Los 49ers que dominaron a Filadelfia y Dallas se vieron vulnerables ante Baltimore.

Los tres juegos de Navidad iniciaron con una sorpresa cuando los Chiefs, campeones del Super Bowl, perdieron 20-14 ante Raiders. Kansas City (9-6) ha perdido cinco de ocho juegos y seguramente jugarán de visitante en la postemporada si sobreviven la ronda de comodín.

Una ofensiva que ha mancillado a sus rivals toda la temporada no pudo hacer mucho ante los Raiders.

Aún así, los Chiefs mantienen ventaja de dos juegos sobre los Raiders y Broncos en la División Oeste de la Americana, pero no han confirmado el título divisional. Necesitan de una victoria ante Bengals o Chargers. Pero el camino al Super Bowl es otra cosa.

Tras la sorpresa de los Chiefs, parecía que Filadelfia aplastaría a los Giants. Los Eagles se fueron arriba 20-3 al medio tiempo y Tommy DeVito fue enviado a la banca.

Pero un par de balones perdidos acercó a Nueva York 30-25 a 5:22 minutos del final. Abajo 33.25, los Giants tuvieron una última oportunidad, pero el pase de Tyrod Taylor fue capturado en la zona de anotación para terminar el encuentro.

Los Eagles (11-4) pusieron fin a una racha de tres derrotas y siguen en control del Este de la Nacional.

“Sabemos que podemos jugar mejor”, aseguró el entrenador Nick Sirianni. “Estar 11-4 y aún tener espacio para ser mejores, nos alienta, pero hay que lograrlo”.

Entonces, ¿por qué el descontento?

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Porque los Eagles estuvieron cerca de dilapidar la ventaja de 17 puntos que tenían al intermedio ante unos Giants decaídos que enviaron a su quarterback a la banca para los últimos dos cuartos.

Filadelfia mostró de nuevo indisciplina e irregularidad. Y evidenció que está lejos de ser un equipo de elite… al menos por ahora.

No obstante, el hecho sigue siendo que los Eagles acumulan 11 victorias y lucen bastante saludables. Son claros favoritos en sus últimos dos duelos —ante Arizona y frente a los Giants nuevamente en el compromiso final de la campaña regular. Deberían ganar la División Este de la Nacional y finalizar como segundos preclasificados.

La paliza sorpresiva que sufrieron los 49ers ante Baltimore mantuvo incluso viva la posibilidad de que los Eagles sean primeros preclasificados y tengan la ventaja de local en todos los playoffs. Sin embargo, los Lions podrían desbancar a Filadelfia del segundo sitio si ganan sus últimos dos partidos.

Pero persiste el hecho de que los Eagles mostraron bastantes deficiencias durante una racha de tres derrotas ante dos equipos que marchan en los primeros lugares —San Francisco y Dallas—; jugaron de forma defectuosa contra Seattle, un equipo que no ha andado tan bien, y sufrieron al final contra unos Giants que han conseguido sólo cinco triunfos en la temporada.

Nada de eso sugiere que esté en el horizonte otro Super Bowl para Filadelfia.

Sí, hubo música navideña en los vestuarios, pero estos Eagles se mostraron tan desalentados que parecía que habían perdido. Reddick y A.J. Brown ni siquiera hablaron con la prensa. Quienes sí lo hicieron tenían poco que decir sobre el estado general del conjunto.

“Tenemos dos semanas para enderezar esto”, comentó Smith. “Vamos a repararlo en dos semanas. Once triunfos. No hemos jugado tan bien. Como ataque no estamos donde deberíamos. Tenemos 11 triunfos y aun así no estoy contento”.

Los resultados junto al resto de la semana 16 dejó más preguntas en la liga. Aún quedan dos semanas para encontrar las respuestas.

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