- En la Edad Media, el bordado se utilizó para elaborar piezas de caballería.
- La técnica del bordado se perfeccionó en Francia durante el Barroco.
Para hacer diseños fantásticos sobre tela tan sólo se necesitan hilos de colores y aguja.
Debido a su sencillez y utilidad, el bordado es un arte manual que ha florecido en
diferentes culturas del mundo y cuya historia se remonta a épocas muy antiguas.
Lizet Hernández, fundadora de Cepanca Espacio Textil, explica que los
orígenes del bordado se encuentran en las culturas de la antigüedad,
precisamente en Mesopotamia y Egipto, quienes comerciaban con telas
hermosamente decoradas las cuales se utilizaban para vestir o para adornar los
templos.
La técnica del bordado evolucionó en la Edad Media, cuando llegaron a
Europa nuevos materiales traídos desde oriente, tales como la seda. Este textil
ofrecía nuevas variedades de colores y la posibilidad de hacer diseños más
complejos. “Además, el bordado comenzó a utilizarse para crear escudos,
banderas y demás piezas de caballería para identificar a las tropas que iban a
combatir en las Cruzadas”, comentó la experta.
Posteriormente, el bordado se hizo muy popular en Francia durante el
Barroco, pues se utilizó para decorar vestidos, casacas y demás prendas. Estos
decorados estuvieron de moda entre la clase alta. Entre más fino y detallado era el
bordado, simbolizaba una mayor posición social. Lizet Hernández explicó que
durante esta época que se perfeccionó el bordado y nacieron técnicas que todavía
se utilizan como la “puntada rococó” y el “nudo francés”.
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