Un presunto fallo del piloto automático de la firma californiana que, de corroborarse, podría agudizar la controversia que suscita la seguridad de los coches autónomos al mismo tiempo pondría en entredicho las palabras del director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, en las que aseguró que "en tres años la mayoría de los coches no necesitarán conductor".

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Esta semana Intel concretó la compra de Mobileye en una operación por 15,300 millones de dólares que da potentes herramientas para que el fabricante de chips entre de lleno en el mercado de los coches autónomos. Aquí sólo basta recordar que Mobileye fue la responsable de gran parte del desarrollo de la primera versión del Autopiloto de Tesla.

Desde hace algunos años Intel ha estado moviendo ficha en este mercado creando alianzas y adquiriendo compañías, algo que finalmente parece que está dando frutos, ya que la compañía está confirmando que fabricarán una flota de 100 coches autónomos, donde lo importante es que serán nivel SAE 4, es decir, los primeros con un alto nivel de automatización en conducción.

Por otro lado, también hay que mencionar la startup israelita Mobileye fue uno de los socios más importantes de Tesla por varios años, pero tras la muerte de un hombre a bordo de un Model S mientras usaba Autopilot, ambas compañías enfrentaron diferencias en cuanto a los aspectos de seguridad. Es así como después de las ruptura apareció Intel para aprovechar el momento y hacerse con la compañía que ya había demostrado su potencial.

Además de Mobileye, Intel tiene actualmente alianzas con Delphi y BMW, siendo éste último quien proporcionará los coches que llevarán los sistemas desarrollados por Intel. Los primeros coches serán 40 BMW serie 7 que iniciarán pruebas a finales de este año en Estados Unidos, Europa e Israel, y durante 2018 la cifra llegará hasta 100 vehículos, cumpliendo así el plan de la compañía por tener listo un verdadero sistema de conducción autónoma de cara a 2020.

El sistema desarrollado por Intel y Mobileye incluye cámaras, sensores, sistemas de procesamiento de imagen, microprocesadores, tecnología de mapeo y software que administra toda la información en tiempo real con respuestas inmediatas, algo que la compañía ha bautizado como “Política de Conducción”.

La diferencia de otros fabricantes que están trabajando con sistemas de conducción autónoma, es que Intel al tener la capacidad y ha desarrollado todo desde cero, es decir, no depende de otros proveedores para los componentes, como ocurre actualmente con Google, Uber y Tesla.

Esto le da una ventaja significativa ante la competencia ya que su objetivo es poder vender su sistema a otros fabricantes y hacer crecer su presencia en los coches, donde a día de hoy ya está en negociaciones con Volvo y GM para que estrenen su nuevo sistema en 2019.

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