Agencias, Ciudad de México.- La inflación subyacente es un difícil “reto” para el Banco de México al mostrar en los últimos meses resistencia a disminuir, a pesar de que el índice general de precios ha registrado una persistente desaceleración, dijo el jueves el jefe de la entidad, Alejandro Díaz de León.
En una decisión dividida, el banco central redujo el jueves en 25 puntos base la tasa de interés referencial a un 8.0%, citando los riesgos para la economía local derivados de un entorno de marcada incertidumbre global. [nL2N25B1AW]
Sin embargo, el gobernador del ente reconoció que la resistencia a disminuir de la inflación subyacente desde sus actuales niveles alrededor de un 3.8% sigue siendo un duro desafío para el banco central.
“La pregunta de a qué responde la resistencia (…) está asociada a los efectos indirectos de los incrementos que han tenido tanto los precios energéticos en el pasado y que operan con cierto rezago, como los precios de algunas otras materias primas, como también la parte salarial”, aseguró.
En una entrevista con Reuters, el funcionario también dijo que la entidad prestará atención a la nueva información y a la incertidumbre que se genere en las próximas semanas antes de evaluar nuevas acciones de política monetaria, después de rebajar la tasa clave por primera vez en cinco años.
El recorte de tasas del jueves se produjo a pesar de una reciente depreciación del peso mexicano, que muchos analistas creían que obligaría al banco central a posponer su decisión.
La escalada de las tensiones comerciales y el riesgo de una guerra de divisas entre Estados Unidos y China han llevado a una mayor volatilidad para las monedas de los mercados emergentes, entre ellas la moneda local.
“En la medida que esta narrativa de tensiones comerciales pueda tener episodios de intensificación o tengamos datos económicos relevantes que puedan rebasar las expectativas, pudiéramos tener episodios de volatilidad”, dijo.