Agencias/Ciudad de México.- La aerolínea más grande de China está lista para establecer su primer servicio sin escalas a México, lo que indica la creciente importancia del país como puerta de entrada a América para la segunda economía más grande del mundo.
China Southern Airlines, con sede en Guangzhou, planea iniciar vuelos directos a Ciudad de México el 17 de abril, dijo un portavoz de la aerolínea estatal. Los vuelos dos veces por semana partirán de Shenzhen, en el sur de China, dijo una persona familiarizada con el asunto, confirmando informes anteriores en los medios locales.
El viaje de más de 16 horas a través del Pacífico sería el vuelo más largo de China y, con 14 mil 147 kilómetros (8 mil 790 millas), una de las rutas regulares más largas del planeta.
Sigue adelante a pesar de los desafíos de la distancia y el terreno que hacen imposible el regreso sin una escala, una señal de cuán grande se ha convertido México en un imán para las empresas chinas que buscan eludir las tensiones entre Beijing y Washington.
Los proveedores chinos de Tesla se encuentran entre las empresas que han establecido fábricas en México en los últimos años, y el campeón de vehículos eléctricos BYD le seguirá.
Mientras tanto, el país asiático ha estado enviando cantidades cada vez mayores de bienes al vecino del sur de Estados Unidos, una tendencia que se aceleró con la pandemia.
La inversión directa de China en México alcanzó los 587 millones de dólares en 2022, la más alta registrada, según la Secretaría de Economía (SE).
El comercio bidireccional de los países ha aumentado un 38 por ciento en los últimos cuatro años, según las estadísticas del Banco de México (Banxico) para los 12 meses hasta noviembre de 2023, en comparación con el período correspondiente de 2019.
El número de visitantes chinos a México también se ha recuperado drásticamente en 2023 a 161 mil 300 entradas, apenas por debajo de los niveles previos a la pandemia, según muestran datos del Gobierno federal.
Sin embargo, a pesar del auge empresarial entre los países, no ha habido vuelos directos desde la pandemia. Esto se debe en parte a que la altitud de la Ciudad de México -a 7 mil 300 pies- significa que los aviones completamente cargados no pueden extraer tanta potencia de los motores para despegar en vuelos de larga distancia.
Eso significa que se requiere una escala en el vuelo de regreso a Asia, lo que aumenta el costo. El nuevo servicio de China Southern hará escala en Tijuana en ese tramo.
Antes del Covid, tres aerolíneas ofrecían ocho viajes de ida y vuelta por semana en total entre China y México: Aeroméxico, Hainan Airlines Holding y China Southern, que volaba entre Guangzhou y Ciudad de México con una escala en Vancouver.
Si bien Aeroméxico no ha regresado, se entiende que Hainan Airlines está buscando reanudar una ruta a Tijuana.
Los representantes de Hainan Airlines no respondieron a una solicitud de comentarios. El Ministerio de Transporte de China tampoco respondió a una solicitud de comentarios.
La capacidad de China para reanudar los servicios directos con Estados Unidos también se ha visto obstaculizada por las tensas relaciones con la principal economía del mundo.
Actualmente, los vuelos directos están limitados a 100 por semana, frente a los 340 antes de la pandemia. Los portaaviones estadounidenses enfrentan el obstáculo adicional de sortear el espacio aéreo ruso prohibido.
Desde la pandemia, las compañías aéreas de China han dado prioridad a restablecer vínculos con países que son socios comerciales receptivos. En noviembre, el Presidente chino, Xi Jinping, pidió ampliar el comercio con México en áreas como finanzas, vehículos eléctricos y otras industrias emergentes.
“Reiteramos nuestro compromiso de continuar manteniendo buenas relaciones en beneficio de nuestro pueblo y nuestras naciones”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en una publicación en X después de reunirse con su homólogo en una cumbre comercial en San Francisco.
El nuevo servicio de China Southern deja de lado a Beijing y Shanghai en favor de Shenzhen, un próspero centro tecnológico y de fabricación. Es el hogar de BYD, que apuesta por México y la región en general para impulsar las ventas de exportación.
México también ofrece a los fabricantes de automóviles chinos una sala de exposición para sus marcas de vehículos eléctricos mientras ponen a prueba el apetito de los consumidores extranjeros por vehículos eléctricos elegantes, asequibles y de alta tecnología.
Entre los que se están instalando en México se encuentran Ningbo Tuopu Group y Shanghai Bayon Precision Automobile Component, proveedores de Tesla, que se está construyendo en Nuevo León.
El vínculo más estrecho con México es una irritación creciente para Washington, donde los funcionarios han tratado de mantener los vehículos eléctricos chinos más baratos fuera del mercado estadounidense para proteger a la industria local.
Los aranceles estadounidenses del 27.5 por ciento dirigidos a los vehículos eléctricos chinos pueden aumentar, mientras se somete a un mayor escrutinio los vehículos del país conectados a Internet en busca de riesgos de datos y ciberseguridad.
La reacción contra los automóviles y los semiconductores llevó al Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, a principios de este mes a criticar a Estados Unidos por alcanzar “niveles desconcertantes de absurdo insondable” en materia de comercio y sanciones.
