La dirigencia nacional de Morena quizá no deba esperar tanto tiempo para tomar la definición pro Quintana Roo, entre más tiempo pase se puede enrarecer el clima y dar espacio a surgir más acciones de la gran imaginación de los jóvenes políticos con viejas mañas del pasado.
Por Raúl Caraveo Toledo/Ciudad de México.- El proceso de designación de candidato a gobernador de Quintana Roo por Morena se encuentra en un impasse, originalmente mencionaron que para la primera quincena de diciembre se sabría el resultado de las encuestas internas, no es así; ahora parece que será en la primera quincena de enero. Los cinco aspirantes; Mara Lezama, Marybel Villegas, Laura Beristain, José Luis Pech y Luis Alegre, se conducen con mucha prudencia que en algunos casos contrasta con la hiperactividad que tuvieron meses antes. Un sexto personaje Rafael Marín Mollinedo es impulsado en lo que parece una estrategia alterna pero poco clara que evitaría conflictos internos.
Si bien conflictos internos no hay, lo que existe es una guerra de descalificaciones de baja intensidad pero constante; los aspirantes más mediáticos o más visibles son expuestos por sus antecedentes de enriquecimiento, compras millonarias, o antecedentes en la función pública del Estado, conforme ha sido la trayectoria, así son los señalamientos en medios; para hacerse notar una aspirante maneja centros de llamadas mediante las cuales bombardea de falsa información telefónica que afirma que gracias a ella se ha traído el Tren Maya o determinadas obras del Gobierno Federal, con varias llamadas a los mismos números, en mi caso me ha llamado más de cinco veces.
En los últimos días los ataques son con precisión, en el más reciente caso la cuenta de whatsapp de Luis Alegre Salazar fue hakeada y –al parecer- vulgares delincuentes están pidiendo dinero, lo que representa una vieja y anticuada estrategia para descalificar o atacar a un importante aspirante al cual no encuentran antecedentes de enriquecimiento inexplicable, o de mala administración pública, corrupción, etc. La formación académica y económica del aspirante Luis Alegre son tan fuertes como transparentes y son resultado de muchos años de trabajo.
La imaginación de los equipos de “trabajo” de los aspirantes que ven disminuidas sus posibilidades son tan perversas como antiguas y fuera de momento, ridículas.
Ni presumir obras insignia del Presidente López Obrador, ni descalificar por antecedentes montados o querer confundir a los ciudadanos puede tener éxito en un mundo tan cambiante.
La dirigencia nacional de Morena quizá no deba esperar tanto tiempo para tomar la definición pro Quintana Roo, entre más tiempo pase se puede enrarecer el clima y dar espacio a surgir más acciones de la gran imaginación de los jóvenes políticos con viejas mañas del pasado.
Gracias por su lectura.
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, escribe para: www.sdpnoticias.com www.sinlineamx.com www.gobernantes.com www.revistadigitalqr.com.mx www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com www.insurgentepress.com.mx y en Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us