Agencias, Ciudad de México.- Cuando Avatar se estrenó en 2009 cambió la forma en la que la audiencia se preparaba ante una cinta en 3D. Aunque nadie podía decir que la trama fuera particularmente original, lo que realmente sirvió para ponerla en los libros de cine fue toda la técnica que James Cameron desarrolló y utilizó para hacer realidad su visión. El director siempre se ha adelantado a su época en ese sentido, y a nadie sorprendió que quisiera seguir trabajando en este universo salido de su imaginación. Por desgracia, el tiempo ha sido su peor enemigo y el propio creador sabe que a estas alturas el público podría no estar tan interesado como él.

Cameron anunció las secuelas de Avatar poco después del estreno de la película, misma que es considerada la más exitosa de la historia, pero era claro que tomaría tiempo continuar con su franquicia. Llegó el punto en que nadie creía que estas otras entregas fueran a producirse, pero el director es un hombre decidido que siguió adelante. Cuando todo parecía marchar relativamente bien, la pandemia llegó para cambiar nuevamente los planes y el calendario que ya se había confirmado.

En estos momentos se contempla que Avatar 2 se estrene en diciembre del 2022, mientras que las siguientes entregas llegarán con un año de descanso para la post-producción. Esto significa que Avatar 5, la que en teoría será la última parte, podría llegar a salas de cine en 2028…si todo sale bien. ¿Qué puede salir mal? En este punto, muchísimas cosas. Para empezar, Cameron sigue trabajando nueva tecnología que está poniendo a prueba y esto seguirá así por la siguiente década, lo cual puede implicar gastos millonarios y retrasos sin precedentes. Por otro lado, los fans que se unieron a este mundo en 2009 no necesariamente están involucrados emocionalmente con las secuelas.

Si bien Avatar sí generó mucho fanatismo en su momento, con gente disfrazada de Na´vi, habitantes de Pandora, y colecciones especiales de la película, el público no puede mantener la atención tanto tiempo. En general, se espera que las secuelas de una franquicia se estrenen con pocos años de diferencia, para que los seguidores no tengan tiempo de olvidar, pero Avatar 2 se estrenará 13 años después que la primera, un tiempo dedicado a las secuelas tardías que a veces funcionan más como un reboot o un revival que como parte de la historia original.

El también director de Titanic sabe que esto es un problema, en especial porque el panorama de los blockbusters ha cambiado mucho. Sólo hay que ver lo que hace Marvel con sus diferentes franquicias que además aportan a una saga principal, permitiendo varios estrenos a lo largo del año. La competencia es más dura que nunca. En una reciente entrevista con Entertainment Weekly, James Cameron reveló que las ganancias y la posibilidad de perder dinero es lo que motivará el resto de su franquicia:

La gran cuestión es: “¿haremos algo de jodido dinero?” Películas grandes y caras tienen que hacer mucho dinero. Estamos en un mundo nuevo, post-COVID, post-streaming. Tal vez esos números nunca vuelvan a verse. ¿Quién sabe? Todo es una gran tirada de dados.

Se sabe que Avatar 2 y Avatar 3 ya fueron filmadas, con la primera secuela en proceso de edición y post-producción. La filmación inició en 2017 y trajo de vuelta a Sam Worthington, Zoe Saldana y Sigourney Weaver, pero tomó muchísimo tiempo porque Cameron tuvo que inventar nueva tecnología para filmar a sus actores, con trajes especiales, bajo el agua, y es que estas dos películas se ambientarán totalmente en un mundo submarino. Las técnicas ya existentes no funcionaban para lo que el director quería y prefirió tomarse su tiempo para explorar otras opciones hasta desarrollar la adecuada. Por el momento, los guiones de Avatar 4 y Avatar 5 ya están terminados, pero están lejos de iniciar su producción.

Cameron tiene razón en algo, con la “nueva normalidad” y los servicios de streaming haciendo un esfuerzo titánico, tal vez las ganancias de antes simplemente serán inalcanzables, pero si algo sabe hacer muy bien es vender su producto y es muy posible que aquellos fans de la película original vuelvan a interesarse por este universo e inviten a una nueva generación a apreciarlo. El mejor método que puede aplicar el director es el de vender la experiencia misma de ver en pantalla grande, en formato IMAX, algo nunca antes visto, y así tal vez pueda repetir el éxito de Avatar.

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