Agencias/ Ciudad de México.- Lightyear pasó de ser una de las cintas más esperadas del año a uno de los mayores fracasos de Disney-Pixar. Aunque su paso por taquilla no fue del todo un desastre, sí se quedó muy corto considerando las expectativas de la empresa y todo lo que querían crear alrededor de este personaje que marcó la infancia de varias generaciones. Al final, las críticas fueron positivas, pero no realmente llamativas o sorprendentes, y eso terminó por alejar a aquellos que ya tenían sus dudas en primer lugar. Ahora que la película llegó a Disney+ se esperaba una mejora en sus números, pero el fracaso se repitió.
La saga que comenzó con Toy Story marcó un cambio en la industria del cine de animación y puso a Pixar como la empresa más importante para crear estas historias tan originales y especiales. Cuando Disney oficialmente compró Pixar, algunos comenzaron a sentir pánico por lo que esto pudiera significar para una compañía que siempre buscaba la calidad ante todo. Aunque por un tiempo afirmaron que nunca harían secuelas innecesarias, Pixar ahora estaba en manos de una productora que ve todo con ojos ambiciosos, así que la pauta no duró mucho más. Esto ha llevado a fracasos como Cars 2, pero también a gratas sorpresas como Toy Story 3.
El asunto es que hay cierto material que el público ya considera impecable y lo hecho con Toy Story es parte de eso. Toy Story 4, que ya era considerada un epílogo innecesario, dividió mucho a los fans, con algunos considerándola excelente y otros tomándola como una excusa para seguir explotando una idea que ya había cerrado de manera oficial con su tercera parte. Esto debió ser una señal importante para Disney, pero sus ejecutivos no piensan bajo esos términos por lo que pronto encontraron una nueva forma de seguir usando a estos personajes. Así nació la idea de Lightyear, una historia que mostraría al verdadero astronauta en el que se basa el juguete que ya todos conocen y aman.
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Aunque la propuesta no sonaba mal del todo, pronto comenzaron a tomar decisiones que alejaron a los fans. Hay que considerar que la mayoría de los seguidores de Toy Story crecieron con estas películas y forman parte de una generación que odia que cambien las cosas, mientras que los nuevos espectadores pueden o no estar interesados en ciertas obras que deben competir por llamar su atención en un sistema que cuenta con muchísimas ofertas en poco tiempo. La mezcla de esto no era nada buena y el gran problema de Lightyear es que nunca supieron bien a qué público querían llegar.
Primero se dijo que la película mostraría al astronauta real, pero los primeros segundos de Lightyear confirman que, lo que vemos, es de hecho la película que obsesionó a Andy en la primera entrega de Toy Story. Esto justificaba también el que Chris Evans tomara el lugar de Tim Allen, pero la decisión no fue bien aceptada por los fans, quienes vieron esto como un paso “progre” porque el actor es un orgulloso republicano que apoyaba a Trump y Evans es más conocido por su amable Capitán América. Esto de inmediato se mezcló con la confirmación de Disney de que la cinta mostraría una relación lésbica, algo que la empresa sigue intentando explotar en una táctica conocida como queerbaiting.
Esto terminó por dividir todavía más al público. Aunque es muy positivo que se muestren más relaciones de todo tipo en el cine, ya todos saben que Disney parece aplaudir sus propios intentos que siempre terminan siendo con personajes secundarios o en momentos que duran pocos segundos y que luego parecen olvidarse, así que ciertos espectadores no aceptaron la trampa en esta ocasión. Por otro lado, aquellos más homofóbicos y cerrados prácticamente trataron de boicotear el estreno de Lightyear y festejaron cada que se anunciaba que había sido prohibida en algunos países. Disney esperaba que la llegada de Lightyear a su plataforma de streaming diera buenos resultados, como pasó con Encanto o Eternls, pero esto nunca sucedió, probando que en realidad nadie quería esta película en primer lugar.
Lightyear llegó a Disney+ el 3 de agosto, pero no ha hecho olas como otras películas de la plataforma. Una buena forma de saber su impacto es qué tanto se habla de ella en redes sociales, ya sea con memes o referencias como sucedió con la canción de “We Don’t Talk About Bruno” o toda la presencia juvenil con Red, pero nada de eso se ha visto en las últimas semanas y la propia compañía ya no parece interesada en promocionarla. Lightyear termina por ser una llamada de atención para Disney-Pixar; por desgracia, es poco probable que la empresa tome nota.
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