Agencias/Washington.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha desvelado que una red de corrupción que empleaba ilegítimamente fondos destinados a la ayuda del desarrollo en Malasia, invirtió parte de su dinero en la producción de El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese, por la que Leonardo DiCaprio se llevó el Globo de Oro a mejor actor en 2014.
La película cuenta la vida (real) y corrupta del agente de bolsa Jordan Belfort. Según ha denunciado el Departamento de Estado, que el miércoles ha presentado una demanda civil en un tribunal de California para incautarse de bienes valorados en unos mil millones de dólares.
Este dinero habría sido robado del fondo de inversión pública 1Malaysia Development Berhard (1MDB), supervisado por el primer ministro malasio Najib Razak, según ha afirmado la fiscal general Loretta Lynch: “El Departamento de Justicia ha presentado una denuncia civil para recuperar más de mil millones de activosasociados con una conspiración internacional para lavar fondos robados del fondo 1MDB, controlado por el Gobierno de Malasia”.
La trama, que apunta a personas del entorno del primer ministro malasio, Najib Razak, (uno de los involucrados es su hijastro Riza Aziz, uno de los productores de El lobo de Wall Street) habría movido mil millones de dólares del fondo, que según los indicios de las autoridades estadounidenses habrían utilizado para adquirir bienes inmuebles en Estados Unidos y obras de arte, incluidas piezas de Basquiat, Monet y Picasso.
Una parte del dinero llegó también a la productora Red Granite Pictures, que puso el dinero de El lobo de Wall Street… y asumió el coste de la fiesta que siguió a su éxito. Según la investigación del departamento de Justicia, Red Granite Pictures pagó un regalo que consolara a Leonardo DiCaprio por no haber ganado el Oscar al mejor actor: la estatuilla que recibió Marlon Brando por La ley del silencio, cuyo precio rondaba los 600.000 dólares.
Según la fiscal Lynch “El fondo 1MDB fue creado para promover el desarrollo económico mediante la colaboración internacional y la inversión extranjera directa con el objetivo final de mejorar el bienestar de las personas de Malasia”. Pero la fiscal Leslie R.Caldwell ha apostillado en rueda de prensa: “Por supuesto, el pueblo de Malasia nunca vio ni un centavo del fondo ni de las ganancias de la película o de cualquier otra inversión realizada con dinero desviado del fondo. En cambio, ese dinero fue a un familiar y socios de los funcionarios corruptos”.
https://youtu.be/jPlCs_KVxG4