Desde el Sótano/Por Ery Acuña/ Tuxtla Gutiérrez.- *EDUARDO RAMÍREZ NO LA TIENE FÁCIL*. Aunque se trató, prácticamente, de una elección adelantada para conocer quién será el próximo gobernador a partir de diciembre del 2024 -es decir, dentro de un año-, hay resentimientos e inconformidad por el gran poder que ejerció en el sexenio pasado, considerado el más corrupto de los últimos años, y que encabezó su amigo, padrino y aliado político, Manuel Velasco Coello.
*Con una oposición debilitada, por no decir inexistente*, prácticamente se convirtió en el gobernador electo de Chiapas. Sin embargo, Eduardo Ramírez enfrenta ahora muchos retos por venir.
Si bien *han surgido voces y expresiones que rechazan el resultado de las encuestas del último viernes, la realidad indica que estas no prosperarán*, pues su candidatura parece estar más amarrada que tres candados.
Así, el ahora Coordinador de la Transformación en Chiapas, después candidato a la gubernatura, y seguramente *el próximo gobernador a partir del 8 de diciembre del 2024, tendrá varias tormentas que enfrentar* en el próximo año:
*1.- Nuevo Gobierno.* La de su propio equipo. Todos quieren las mejores sillas, y las presiones internas estarán a la orden del día. Evitar un choque de trenes al interior de su propio equipo, será crucial.
*2.- Sociedad.* Convencer a la ciudadanía que la sombra verde bañada de corrupción que lo acompaña, quedó atrás, y será, esta, la nuez más difícil de roer.
*3.- Gobernabilidad y seguridad.* El fenómeno migratorio que empujó a los cárteles de la droga a enfrentarse en Chiapas para tomar el control de las rutas de polleros, es la piedra angular. Aunque, evidentemente, se trata de algo que tiene que ver más con el orden federal que con el estatal, esto ha propiciado descomposición social en muchas comunidades y municipios (por cierto del PVEM, que él mismo le tocó palomear), y que provocó escenarios violentos que, parece ser, llegaron para quedarse.
*4.- Finanzas Sanas.* Si algo se le debe reconocer al gobernador Rutilio Escandón Cadenas, fue que limpió el cochinero que heredó Manuel Velasco Coello en materia de finanzas, y en el que Eduardo Ramírez participó como segundo al mando. Es decir, Rutilio le limpió la mesa que él mismo dejó un desastre. Y
*5.- Políticas Públicas.* Las condiciones climáticas que hacen más difícil la producción de alimentos; la inseguridad impulsada por grupos delincuenciales foráneos arraigados en Chiapas que ahuyentan la inversión y el empleo, y la rapiña a la que están acostumbrados algunos personajes incrustados en su equipo de trabajo, tendrán que estar incluidos en su Plan Sexenal de Gobierno para procrear un Gobierno acorde a las exigencias sociales.
Por supuesto que la lista es larga, muy larga, pero por lo pronto, ahí la dejamos.
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