Agencias/Raleigh.- Cerca de un millón de casas se han quedado sin electricidad en la costa sureste de Estados Unidos como consecuencia del huracán ‘Florence’, ya degradado a tormenta tropical, aunque sigue descargando cantidades épicas de lluvia en Las Carolinas.
El saldo hasta ahora ha sido de cinco personas muertas y decenas más quedaron atrapadas en sus viviendas de Carolina del Norte tras el desbordamiento de varios ríos debido a ‘Florence’.
“Florence todavía descarga cantidades épicas de lluvia, aunque ha perdido fuerza”, según destacó el gobernador de Carolina del Norte, el estado del sureste de Estados Unidos más afectado por el paso de la tormenta.
Mientras ‘Florence’ se desplaza con lentitud (casi 4 kilómetros por hora) hacia el oeste y ya se encuentra sobre Carolina del Sur, sus efectos se notan especialmente en el vecino estado de Carolina del Norte, donde más de 780.000 usuarios siguen sin fluido eléctrico, según el departamento de coordinación de emergencias regional.
A ellos hay que sumar varios miles en el estado de Virginia y los cerca de 150.000 en Carolina del Norte.
A pesar de su debilitamiento, Florence sigue amenazando con inundaciones “catastróficas” y desbordamientos de ríos en Las Carolinas y vientos de 80 km/h, según indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Además, se sumó a la advertencia el Servicio Nacional de Meteorología, que, a través de un tuit publicado este sábado, alertaba de posibles riadas “mortales” en Las Carolinas, Virginia y Virginia Occidental en los próximos días.
Las primeras víctimas confirmadas fueron una mujer y su bebé, que fallecieron cuando cayó un árbol sobre su casa de la ciudad de Wilmington, muy cercana al lugar donde Florence tocó tierra este viernes en suelo estadounidense.
Este sábado se espera que el ciclón se degrade todavía más y se convierta en depresión tropical al tiempo que vire rumbo al norte y alcance Ohio el próximo lunes.
Hasta entonces, podría acumular hasta 38 centímetros de lluvias en Las Carolinas y Virginia, a lo que hay que sumar el posible aumento del nivel del mar debido a la marejada ciclónica de hasta 1,5 metros.
Los vientos de 145 km/h, Florence han dañado edificios y dejó a cientos de personas atrapadas e inundó comunidades enteras a lo largo de la costa de Carolina, en lo que podría ser sólo el comienzo de un desastre en cámara lenta.
El fenómeno, degradado a tormenta tropical, ayer tocó tierra y provocó el desbordamiento de varios ríos.
Los meteorólogos advirtieron que las lluvias torrenciales, de entre 30 y 100 centímetros, provocadas por la tormenta, mientras cruza Carolina del Norte y Carolina del Sur, podrían ocasionar fuertes inundaciones tierra adentro en los próximos días.
La mayor preocupación de las autoridades no radicaba en las fuertes ráfagas, pues, aunque el ciclón perdió buena parte del furor de sus vientos desde que alcanzaba el nivel 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, mantiene el agua que arrastra, tanto en lluvias, como en la intensidad de la marejada ciclónica.
En Carolina del Norte, ríos como el Neuse y Pungo se desbordaron e inundaron las ciudades de New Bern y Belhaven, además, dejaron atrapadas a decenas de personas que se vieron obligadas a subir a los techos de sus casas a la espera de socorro.
Las autoridades pidieron a unos 150 afectados que aguantaran, pues las condiciones impedían su rescate.
Florence embistió la costa sureste a las 07:15 hora local del viernes, en Wrightsville Beach, Carolina del Norte, informaron las autoridades.
La tarde de ayer, los meteorólogos indicaron que lo peor de las lluvias, que acumulaban cerca de 38 centímetros en algunos lugares, estaba por llegar.
El Presidente Donald Trump tiene previsto visitar la zona afectada la próxima semana.