Agencias/Foto Archivo/Cuartoscuro/Ciudad de México.- Un juez decidirá el próximo 26 de septiembre si acepta o niega dos amparos que existen para frenar la extradición del capo Joaquín “el Chapo” Guzmán a Estados Unidos, informó hoy a su abogado Andrés Granados.
Explicó que la mañana del lunes 26 de septiembre un mismo juez realizará dos audiencias para abordar los amparos contra el proceso de extradición del líder del cártel del Pacífico para que este sea juzgado por delitos en una corte de Texas y otra de California.
Son dos amparos interpuestos en el Juzgado Décimo Tercero de Distrito en Materia de Amparo de la Ciudad de México”, recordó.
Indicó que si el juez rechaza estos amparos, ello implicaría la extradición del líder del cártel del Pacífico, pero la defensa tiene diez días para interponer un nuevo amparo ante un tribunal colegiado.
Ante este nuevo tribunal, la revisión del caso tardaría “entre tres y seis meses” porque deberán “ir hasta el fondo” del asunto.
El líder del cártel del Pacífico, recapturado en enero de este año, ha escapado de dos cárceles de máxima seguridad mexicanas, en 2001 y 2015.
Granados confió en que el Gobierno federal deje que el proceso judicial de Guzmán siga su trayectoria.
El capo afronta en la corte de Texas cargos por los delitos de asociación delictiva, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero.
En tanto, en la corte de California es acusado de asociación para importar y poseer con la intención de distribuir cocaína.
El abogado dijo que el narcotraficante sigue “aislado” en el penal de Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, al que fue trasladado en mayo pasado desde la prisión del Altiplano, en el central Estado de México.
“Se siente deprimido, cansado, desgastado y mal de salud”, afirmó Granados, quien lo vio el pasado viernes y el anterior.
Sobre el secuestro -y posterior liberación- de uno de los hijos de Guzmán en agosto en un lujoso restaurante del balneario de Puerto Vallarta, en el occidental estado de Jalisco, dijo no tener conocimiento del suceso por boca del capo, quien en ninguno de sus encuentros le ha hablado del tema.
En la última ocasión, Guzmán Loera se fugó a través de un túnel que comunicaba el exterior con su celda del penal del Altiplano.