marzo 10, 2018

De Primera Mano: 2018: Nada es lo que parece

Rodulfo Reyes

La jornada por la gubernatura de Tabasco no está resuelta, por más que la aparatosa popularidad de Andrés Manuel López Obrador apunte a que ni el PRD ni el PRI son rivales de Morena.

No puede estar decidida la elección por la sencilla razón de que el sol azteca y el tricolor tienen candidatos fuertes.

A saber, el abanderado de Morena, Adán Augusto López Hernández, posee la ventaja de estar siendo remolcado por el político de Tepetitán. Pero sus adversarios no están mancos: el perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa es efectivo por su carisma y su arrastre en los estratos sociales bajos; y la priísta Georgina Trujillo Zentella tiene el plus de ir envuelta en la bandera de la honestidad.

En síntesis, uno es fuerte porque el Peje lo lleva de la mano como niño cruzando la acera, mas otro posee la gracia del gitano ante el electorado y la otra nunca ha estado envuelta en escándalos de corrupción.

Los que piensan que el 1 de julio en el Edén predominará el voto ciego le están faltando el respeto a los tabasqueños: consideran que en las urnas no pensarán su voto y cruzarán las boletas a favor del partido del puntero en las encuestas.

“Donde vean a López Obrador van a tachar a todo”, dicen, pontificando.

En la elección de 2012, la primera concurrente en la historia de Tabasco para gobernador y presidente, los tabasqueños votaron cruzado: por el tepetiteco rumbo a Los Pinos sufragaron 647 mil electores, pero por Arturo Núñez Jiménez por la Quinta Grijalva lo hicieron 547 mil.

Cien mil menos en números redondos. Ahora el morenismo espera que el Peje se alce con 800 mil papeletas y que Adán Augusto López Hernández se haga de 700 mil.

Listo. Ya está zanjada la contienda a favor de Adán.

Si bien no todas las elecciones son iguales, y las condiciones del estado y del país este año son completamente diferentes a las de hace seis años, en 2012 el binomio AMLO-Núñez era atractivo, además, por el renombre del actual gobernador.

En estos momentos ni por asomo Morena tiene un candidato con la prestancia del que la izquierda postuló en los comicios pasados.

Y en aquella jornada el PRI, que entonces era el partido en el gobierno, se la rifó con Jesús Alí de la Torre, pese a que, según las encuestas, era Luis Felipe Graham Zapata el indicado para darle la pelea a Núñez.

Por si esto fuera poco, hoy los otros dos jugadores traen su propio dinamismo: el perredista es un candidato con carisma y bastante popular, mientras la priísta es respetada por su trayectoria intachable.

Al nieto del ex gobernador Leandro Rovirosa Wade y a la hija del ex mandatario Mario Trujillo García no les ayudan sus partidos por estar desacreditados ante los ciudadanos.

En cambio Morena va cobijado por la cada vez más ensanchada figura de AMLO.

La duda es si los tabasqueños elegirán también al Peje para gobernador y alcalde de los 17 municipios.

PARA SU INFORMACIÓN…

DURANTE LA FIRMA con el titular de la Fepade, Héctor Díaz Santana, del programa de trabajo y el compromiso para el blindaje electoral de los comicios del 1 de julio, Arturo Núñez afirmó que “gane quien gane” la elección de 2018, las instituciones van a funcionar y seguirá afianzándose el avance democrático en México. En ese acto, el jefe del Ejecutivo local dictó una magistral conferencia sobre cómo ha ido evolucionando el derecho electoral en el país, lo que demostró porque Núñez es uno de los políticos mexicanos que más conoce el tema, lo cual es un agregado para el partido oficial en los siguientes comicios.

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