Agencias/Ciudad de México.- Hace más de una década, cuando Shad Khan se propuso convertirse en el primer miembro de una minoría étnica de Estados Unidos en ser dueño de un equipo de la NFL, el empresario de origen paquistaní escuchó los rumores.
“La conjetura fue: ‘Nunca serás aprobado, porque no eres blanco’”, comentó Khan, que ahora es el dueño de los Jaguars de Jacksonville, durante una entrevista telefónica concedida esta semana a The Associated Press.
Su intento para adquirir 60% de las acciones de un equipo fracasó, así que “la narrativa que la gente me había estado dando se reafirmó”, señaló Khan.
Impertérrito y, según dijo, alentado por el comisionado de la NFL Roger Goodell, Khan siguió adelante y al poco tiempo alcanzó un acuerdo para adquirir a los Jaguars.
“Fui aprobado de manera unánime”, señaló Khan. “La conjetura y lo que estaba pasando, y la realidad, resultó ser diferente”.
Jugadores actuales y anteriores, entre otras personas de la liga, tienen diversas opiniones sobre una pregunta clave que surgió luego de los comentarios racistas, homofóbicos y misóginos realizados por Jon Gruden en unos correos electrónicos que escribió entre 2011 y 2018, cuando era analista de ESPN al entonces ejecutivo de Washington, Bruce Allen.
La pregunta es: ¿Hasta qué punto está extendido este tipo de actitudes en el deporte hoy en día?
— Madden NFL 22 (@EAMaddenNFL) October 13, 2021
Ciertamente ha sido un tema de conversación en los vestuarios.
“No me sorprende que esas ideas existan… Supongo que me sorprendió un poco el nivel de comodidad que él mostró al enviar un correo electrónico como ese a alguien. Asumiría que estás bastante seguro de que no se van a sentir ofendidos ni a sorprender por él, ni que te dirán algo sobre la naturaleza de esos correos”, comentó Corey Peters, integrante de la línea defensiva de los Cardinals de Arizona, que se encuentra en su 11er año dentro la NFL.
“Pero creo que es bueno para la liga que esto salga a la luz y que la gente sea responsable por las cosas que diga, incluso en privado”.
Gruden renunció a su puesto de entrenador de los Raiders de Las Vegas el lunes por la noche luego de que se dieron a conocer unos reportes de los periódicos The Wall Street Journal y The New York Times sobre los mensajes que escribió, en los que humilló a Goodell, al presidente del sindicato DeMaurice Smith y a otras personas, utilizando términos ofensivos para referirse a las personas de raza negra, a los homosexuales y a las mujeres.
Algunos consideraron que las palabras de Gruden eran un indicador de una cultura secreta que puede persistir en una industria en la que alrededor del 70% de los jugadores son afroestadounidenses, mientras que más del 80% de los entrenadores, o 27 de 32, son blancos.
Entre los gerentes generales se observa ese mismo predominio de los blancos.
“Los problemas más grandes no son exclusivos de la NFL, pero creo que son evidentes en la NFL: ¿Quién ocupa puestos de poder? Y ¿Quién toma las decisiones? Cuando ése es sólo un grupo, sobre todo de personas que son privilegiadas, que son del grupo dominante, entonces es probable que las decisiones y las visiones del mundo estén sesgadas”, comentó Diane Goodman, consultora de igualdad.
Entre los propietarios de equipos más importantes, sólo Khan y Kim Pegula de Buffalo, son miembros de minorías.
Gruden criticized Goodell for pressuring then- St. Louis Rams coach Jeff Fisher to draft “q—rs.” That was a reference to Michael Sam, who came out as openly gay ahead of the 2014 NFL Draft and was selected with the Rams’ seventh round pick.
— Amy Dash (@AmyDashTV) October 14, 2021