Agencias/Ciudad de México.- India ha repetido su hazaña de 2013 y se ha asegurado el Trofeo de Campeones tras vencer a Nueva Zelanda por cuatro wickets en el Estadio Internacional de Críquet de Dubái.

El capitán Rohit Sharma (76) fue el máximo anotador de India y les ayudó a alcanzar el objetivo de 252 carreras a falta de un over. Fue nombrado jugador del partido.

“Jugamos un buen críquet durante el torneo”, dijo, según el Times of India. “Tener el resultado a nuestro favor es una gran sensación”.

India tuvo un comienzo rápido con el primer medio siglo de Sharma en el torneo. KL Rahul luego anotó 34 invictos para ayudar a sellar la victoria con seis bolas de sobra.

India pasó todo el torneo invicta después de ganar contra Bangladesh, Pakistán y Nueva Zelanda en la fase de grupos, y luego contra Australia en la semifinal.

Muchos esperan que la final sea el último partido de bola blanca de Sharma para India. Lo mismo es cierto para Virat Kohli.

El año pasado, India ganó la final de la Copa Mundial Twenty20 contra Sudáfrica.

Los aficionados al críquet paquistaníes siguen con decepción la final del Trofeo de Campeones que disputan la India y Nueva Zelanda en Dubái, la sede neutral en los Emiratos Árabes Unidos donde el equipo indio ha disputado todos sus partidos de un torneo del que Pakistán es anfitrión.

“Aunque Pakistán no ha llegado a la final nos encantaría ver la final entre la India y Nueva Zelanda aquí”, dijo a EFE Rubab Malik, una aficionada al críquet de la ciudad de Lahore.

Por su parte, Fakhir Hussain, de Karachi, reconoce que observa la final con una doble decepción.

“Pakistán jugó peor y, en segundo lugar, la final no se jugará aquí”, dijo a EFE, refiriéndose al mal desempeño del equipo local, que perdió los dos partidos que disputó en la fase de grupos del torneo, el segundo de ellos contra la India.

Antes del comienzo del torneo, el equipo indio se negó a viajar a Pakistán para disputar sus partidos. La India no ha disputado sus partidos de críquet internacional en Pakistán desde que se produjeron los atentados de Bombay de 2008 en los que murieron 166 personas.

La India culpó a Pakistán y su agencia de inteligencia, ISI, por el ataque, lo que paralizó por completo las relaciones diplomáticas -y en el críquet- entre ambas naciones.

Finalmente, antes del inicio del Trofeo de Campeones, ambos países acordaron mutuamente disputar los partidos de críquet entre ambos combinados en sedes neutrales.

El Trofeo de Campeones 2025 es el primer torneo del Consejo Internacional de Críquet (ICC, por sus siglas en inglés), el ente mundial de este deporte, que Pakistán acoge desde 1996, cuando organizó la Copa del Mundo junto a la India y Sri Lanka.

La cita se ha desarrollado bajo unas fuertes medidas de seguridad y con efectivos desplegados en las sedes del torneo.

En los últimos años, las selecciones habían evitado jugar en Pakistán debido a sus preocupaciones por la seguridad, especialmente después del ataque terrorista de 2009 al equipo esrilanqués, que dejó a seis jugadores heridos y convirtió al país en un paria deportivo durante años.

El capitán del equipo indio, Rohit Sharma, y su entrenador, Gautam Gambhir, le han quitado importancia a este hecho.

Para el pueblo de Pakistán, gran fanático del cricket, el evento internacional es una gran fiesta, después de la proscripción internacional como consecuencia del atentado de 2009 contra la selección nacional de Sri Lanka, que dejó seis jugadores heridos y seis policías y dos transeúntes muertos. Las consecuencias incluyeron la cancelación del Trofeo de Campeones de 2009 y la Copa Mundial de Críquet Masculino de 2011.

Tras años de ostracismo, el primer desafío internacional fue en 2015, con la visita de jugadores de Zimbabue. Desde 2019, es la primera vez que grandes equipos extranjeros vuelven a jugar en el país asiático, que ha implementado estrictas medidas de seguridad.

Cerca de 20,000 funcionarios y agentes de policía han sido desplegados en Karachi, Lahore y Rawalpindi, donde tendrán lugar los partidos, con francotiradores apostados en los edificios que rodean los estadios listos para abrir fuego.

Por otra parte, la situación de seguridad sigue siendo mala en Pakistán, con ataques casi diarios de las milicias, sobre todo en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa en el noroeste y de Baluchistán en el suroeste.

Sin embargo, la provincia oriental de Punjab y la provincia sureña de Sindh, donde se jugarán los partidos, se encuentran en gran medida en calma, aunque se encuentran en estado de máxima alerta.

Los analistas y observadores señalan un último factor: por primera, y quizás única vez, los organizadores del torneo y las autoridades locales y centrales del país anfitrión están bajo mayor presión que los propios jugadores.

En lo estrictamente deportivo, varios analistas han considerado que el hecho de que la India haya disputado todos sus partidos en una misma sede puede haber supuesto una ventaja para sus jugadores, que habrían tenido tiempo de acostumbrarse al terreno de juego en Dubái -crucial en el críquet-, así como de crear un ambiente deportivo más favorable.

Los partidos de la selección nacional se jugaron en Dubai después de que el gobierno indio negara permiso a su equipo para viajar al país anfitrión oficial, Pakistán, por razones de seguridad.

El Trofeo de Campeones de la ICC se disputa desde 1998. La India se ha impuesto en dos ocasiones, mientras que Pakistán lo ganó en 2017, imponiéndose precisamente al equipo indio. Nueva Zelanda ganó la segunda edición del torneo en el año 2000.

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