Agencias/Ciudad de México.- Encontrar una serie inédita en el mar infinito de las plataformas streaming, a veces, puede ser como encontrar una aguja en un pajar. Es tanta la oferta y tan poco nuestro tiempo disponible que buscar y decidir una nueva historia a la que darle una oportunidad puede ser agotador. Sin embargo, más allá de los estrenos semanales, existen series que pasaron rápidamente al olvido o fueron opacadas por fenómenos del momento… pero no lo merecían. Y ese podría ser el caso de Equinox, una serie de Netflix estrenada a finales de 2020 capaz de atraparte de principio a fin y que personalmente describo como la digna sucesora de Dark.

Es decir, si a la exitosa serie alemana la definieron como “la Stranger things para adultos” en 2017, les diría que Equinox sería la hermana pequeña de la maravillosa serie de Baran bo Odar y Jantje Frise. Dark llegó a su fin en 2020 después de tres temporadas que nos tuvieron haciendo esquemas, croquis y árboles genealógicos para poder seguirle el hilo a la enrevesada trama con saltos temporales y universos paralelos. Y ese mismo año del final que nos dejó pasmados, confusos y aplaudiendo desde casa, Netflix nos sorprendió con la otra apuesta que nos trasladaba del pueblo ficticio de Winden a aldeas danesas para adentrarnos en otra historia de desapariciones y misticismo en ciclos.

La unión de la ciencia ficción y el thriller a veces puede darnos como resultado historias tan inquietantes como atrapantes. Sin dudas, Dark fue la exponente más apasionante de seguir en muchísimo tiempo, y aunque Equinox se antoja menos retorcida y complicada, juega en las mismas ligas de género.

Equinox cuenta con una temporada de seis episodios y está basada en un podcast homónimo sobre la misteriosa desaparición de una veintena de estudiantes recién graduados. En la historia, los jóvenes están celebrando el fin de curso viajando en un autobús (o combi) cuando, de repente, desaparecen sin dejar rastro a excepción de tres de ellos que no entienden lo que está pasando. Una de las chicas desaparecidas es la hermana de la protagonista, una joven llamada Astrid que sufre de premoniciones y que desde pequeña carga con la responsabilidad de encontrar a su hermana.

Han pasado 20 años desde el terrible incidente cuando Astrid recibe la llamada de uno de esos tres supervivientes, despertando en ella la paranoia y necesidad de búsqueda, enfrentándose a una realidad inesperada en donde conviven el culto, universos paralelos y mucho más.

Si bien la historia funciona en sí misma sin necesidad de comparaciones, Equinox puede atraer a los amantes de Dark al compartir varias similitudes. Por ejemplo, toda su trama está plagada de temas similares, como la desaparición de personajes, universos paralelos, ocultismo y los famosos ciclos que tantos dolores de cabeza nos dieron con Dark, mientras que algunas escenas nos provocan cierto déjà vu al trasladarnos a los fríos bosques nórdicos, cielos grises y personajes que apenas llevan maquillaje transmitiendo esa naturalidad innata en el nordic noir.

Pero sobre todo, la mayor atracción es que convive en ese mismo universo de las historias con secretos extraños, en donde lo oculto y el misterio son su baza más fuerte, con personajes que cargan una tensión constante que se transmite con actuaciones extremadamente expresivas en lugar de recurrir a efectos o adornos estrafalarios.

Debo destacar que la comparación con Dark es más bien técnica. En definitiva son dos series diferentes y Equinox recién comienza. En realidad, los rumores de posible segunda temporada llevan circulando desde el estreno en 2020, aunque todavía no existe información oficial que confirme la continuación. De todos modos, lo bueno de Equinox es que funciona sin necesidad de continuación o secuelas. Si la hacen, bienvenida sea, pero esos seis episodios funcionan como una serie de una sola entrega.

Dark fue una serie con una producción argumentativa mucho más extensa, complicada y difícil de hilar, y el hecho de que sus creadores lo hayan conseguido fue casi un milagro. Por eso, Equinox sería una hermana pequeña o prima lejana. Convive en el mismo universo de géneros pero no está en la misma altura de su laberinto narrativo. Por ese motivo se convierte en una recomendación asegurada porque si bien no es una serie fácil y también tiene sus rincones retorcidos, al contar con hilos más fáciles de unir, se convierte en una apuesta más amena a la hora de seguirle el ritmo. Más comercial. Más recomendable incluso para aquellos que no hayan podido terminar Dark o no estén iniciados todavía en esto de los thrillers enrevesados.

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