Agencias/Ciudad de México.- El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), confirmo que un policía acusado de abuso de autoridad en el asesinato de un estudiante de la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa, perpetrado en Chilpancingo, se ha fugado en la capital de Guerrero.
El policía disparó contra los normalistas con un saldo de un muerto y otro más herido en Chilpancingo, Guerrero, durante la noche del pasado 7 de marzo.
“Ayer [l 11 de marzo] el presunto responsable del asesinato del joven se fugó, el policía, y se está haciendo la investigación, desde luego la búsqueda y se van a fincar responsabilidades”, declaró el jefe del Ejecutivo federal en conferencia de prensa.
El mandatario agregó que se está haciendo la investigación y la búsqueda, “pero es parte de esta descomposición que estamos enfrentando y de los intereses que están de por medio”.
El pasado 8 de marzo, López Obrador dijo que los muchachos dispararon y respondieron los policías a un reporte de auto robado, sin embargo, el lunes dijo que hubo “abuso de autoridad” y que el joven no disparó.
“Vamos a hacer la investigación a fondo y se va a intensificar la búsqueda de este policía, también pido a toda la gente de Guerrero, de la región de Chilpancingo que nos ayude porque necesitamos detenerlo”, subrayó.
Por otra parte, reveló la desaparición de dos agentes de la Fiscalía General de la República que trabajan en la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos de la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa desde hace casi diez años.
“Existen personas desaparecidas: es un hombre y una mujer de la Fiscalía General que están trabajando en la búsqueda de los jóvenes de Ayotzinapa, y desaparecieron, se está llevando a cabo la búsqueda”, detalló.
Acerca de la fuga, el presidente considera que “alguien le avisó” que sería imputado cuando estaba en trámite la entrega de las autoridades de Guerrero a la Fiscalía General.
El primer parte de la Policía del estado de Guerrero indicaba que los jóvenes dispararon y estaban en posesión de drogas.
El incidente ocurrió un día después de que un centenar de alumnos de esa escuela de magisterio irrumpieran en Palacio Nacional, residencia presidencial, derribando un portón para exigir resultados de la investigación sobre la desaparición ocurrida hace casi 10 años.
El movimiento estudiantil ha realizado en las últimas semanas una serie de manifestaciones para exigir a las Fuerzas Armadas información sobre el rol de los militares en los ataques a los alumnos de la escuela, perpetrados la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando los alumnos viajaban en cinco autobuses.
En septiembre de 2014, los alumnos fueron atacados a balazos por patrullas de policías de cinco municipios en Iguala, Guerrero (sur), donde detuvieron a 43 estudiantes que los agentes entregaron al grupo criminal Guerreros Unidos, según la fiscalía mexicana.