Agencias / Ciudad de México.- Los asteroides que pasan relativamente cerca de nuestro planeta son un fenómeno común. En algún momento de nuestro futuro como especie, la Tierra seguramente se verá amenazada por una roca espacial lo suficientemente grande como para eliminar civilizaciones, por lo que la Agencia Espacial de EE.UU. está trabajando en un plan para proteger el planeta.
Como parte de ese plan, la NASA lanzará una nave espacial el próximo año para llevar a cabo la primera prueba de una estrategia para detener un asteroide al impactarlo mientras todavía está lo suficientemente lejos como para alterar su curso orbital.
Se trata de la Prueba de redireccionamiento doble de asteroides (DART, por sus siglas en inglés), en cuyo marco se lanzará una nave espacial en el más pequeño de dos asteroides que orbitan entre sí. Incluso si hay un ligero cambio en la órbita del objeto más pequeño, será un indicador decisivo para evaluar si se ha desviado con éxito, reseña National Geographic.
El primer paso para desviar un asteroide amenazante es localizarlo. “Hay literalmente cientos de miles de asteroides por ahí, y queremos separarlos de los que deberíamos vigilar y monitorear más de cerca con el tiempo”, explicó al medio Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA.
La misión DART está programada para lanzarse en julio de 2021. La nave espacial del tamaño de un refrigerador se acercará a un asteroide de unos 800 metros de ancho llamado Didymos en octubre de 2022 a una distancia de 11,5 millones de kilómteros de la Tierra.
Golpear la luna
Didymos está orbitado por una luna llena de 150 metros de ancho, que es el objetivo principal de DART. Los efectos del impacto en términos de cambios en la duración de su órbita alrededor del asteroide se medirán con telescopios terrestres.
Momentos antes de que DART se estrelle contra la luna a una velocidad de 23.500 kilómetros por hora, se lanzará una cámara del tamaño de una caja de zapatos desde la nave espacial para observar el impacto, la posterior pulverización de escombros y posiblemente incluso el cráter resultante.
Según Johnson, la colisión podría disminuir la órbita de 12 horas de la luna en hasta siete minutos, aunque un cambio de solo 70 segundos se considerará un gran éxito.
“Al cambiar la órbita de la luna, no cambiamos la órbita de [Didymos]”, explicó Johnson. “Didymos es un asteroide potencialmente peligroso, por lo que realmente no queremos afectar su órbita. No queremos empujarlo accidentalmente en la dirección equivocada“, aclaró.