Agencias
Washington, EU, 5 julio 2017.-Han vuelto a aumentar las tensiones en la península coreana después de que efectivos estadounidenses y sudcoreanos iniciaran hoy un nuevo ejercicio con el empleo de medios coheteriles.
Especialistas aseguran que la maniobra llega con el objetivo de responder al lanzamiento de un misil balístico por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Pyongyang informó la víspera el lanzamiento con éxito del cohete intercontinental Hwasong-14, que alcanzó poco más de dos mil 800 kilómetros de altura máxima vertical y navegó durante 39 minutos otros 933 kilómetros, sin reportar riesgos para los países vecinos.
De acuerdo con Dana White, vocera del Pentágono, las Fuerzas Armadas estadounidenses y surcoreanas desplegaron sus propios medios misilísticos como parte de los mencionados entrenamientos.
Entretanto, el jefe de las agrupaciones de tropas estadounidenses en Corea del Sur, general Vincent Brooks, resaltó la importancia de estas maniobras conjuntas que incluyen operaciones de tiro real con los misiles en el espacio marítimo próximo a la costa oriental surcoreana.
En estos entrenamientos, que tuvieron el visto bueno del presidente Donald Trump, se utiliza el Sistema de Cohetes Tácticos superficie-superficie de despliegue rápido y largo alcance del Ejército norteamericano, conocido por las siglas ATACMS y el surcoreano Hyunmoo Missile II.
Washington y Seúl realizan de forma regular todos los años maniobras militares de grandes proporciones, percibidas por las autoridades norcoreanas como verdaderos ensayos de agresión contra ese país, el cual proclama su derecho a la autodefensa frente a estas acciones hostiles.
Desde hace varios meses, con el pretexto del desarrollo del programa nuclear norcoreano, Washington y sus aliados aumentaron la presencia aeronaval en el área.
En ese contexto el 16 de mayo pasado partió del puerto japonés de Yokosuka el portaaviones norteamericano Ronald Reagan (CVN-76), acompañado por el crucero USS Shiloh, los destructores con sistemas misilísticos USS Barry, USS John S. McCain, USS McCampbell y USS Mustin.
El arribo de estos buques a las cercanías de la península coreana, que se sumaron a la presencia de su similar el USS Carl Vinson (CVN-70), exacerbó las tensiones entre la RPDC y Estados Unidos.
Por otra parte, a principios de marzo de este año, Estados Unidos desplegó al menos una batería del controversial sistema anticoheteril de gran altura (Thaad) en Surcorea, lo que provocó protestas de los gobiernos de Corea del Norte, China y Rusia, que perciben la medida como una amenaza a sus respectivos intereses de seguridad nacional.
Cada unidad del Thaad tiene seis plataformas de lanzamientos montadas en camiones, 49 cohetes interceptores, un elemento de control, comunicaciones y dirección del fuego, así como un radar AN/TPY-2, según el sitio digital Defense News.
La misión principal del Thaad es interceptar y destruir misiles balísticos de corto y mediano alcances en la etapa final de su vuelo, dentro o fuera de la atmósfera.
La llegada de estos medios en marzo tuvo lugar después que las Fuerzas Armadas norcoreanas lanzaron cuatro misiles balísticos de alcance medio, sin cargas explosivas, que tras volar unas 998 kilómetros, cayeron en las proximidades de la costa occidental nipona.
Estados Unidos tiene desplegados 28 mil 500 efectivos militares en Surcorea y 50 mil en Japón, aunque anualmente se trasladan a la región grandes agrupaciones aeronavales, así como unidades de infantería de marina y el Ejército para participar en entrenamientos conjuntos.
