Agencias/ Ciudad de México.- El análisis de muestras traídas del asteroide Ryugu por la misión japonesa Hayabusa2 ha revelado señales de erosión resultado del bombardeo magnético y físico del espacio interplanetario.
Los resultados del estudio, realizado por el profesor Yuki Kimura de la Universidad de Hokkaido y colaboradores de otras 13 instituciones de Japón, se publican en la revista Nature Communications.
Las investigaciones utilizaron ondas de electrones que penetraron en las muestras para revelar detalles de su estructura y propiedades magnéticas y eléctricas, una técnica llamada holografía electrónica.
Hayabusa2 alcanzó el asteroide Ryugu el 27 de junio de 2018, recogió muestras durante dos delicados aterrizajes y luego devolvió las muestras a la Tierra en diciembre de 2020. La nave espacial continúa ahora su viaje por el espacio, con planes de observar otros dos asteroides en 2029 y 2031.
Una ventaja de recolectar muestras directamente de un asteroide es que permite a los investigadores examinar los efectos a largo plazo de su exposición al entorno espacial. El “viento solar” de partículas de alta energía provenientes del sol y el bombardeo de micrometeoroides provocan cambios conocidos como meteorización espacial.
Hokkaido University: Probing the effects of interplanetary space on asteroid Ryugu https://t.co/GWdMSQ0R3B
— AAS Press Office (@AAS_Press) April 30, 2024
Es imposible estudiar estos cambios con precisión utilizando la mayoría de las muestras de meteoritos que aterrizan naturalmente en la Tierra, en parte debido a su origen en las partes internas de un asteroide, y también debido a los efectos de su ardiente descenso a través de la atmósfera.
“Las señales de erosión espacial que hemos detectado directamente nos permitirán comprender mejor algunos de los fenómenos que ocurren en el sistema solar”, afirma Kimura en un comunicado. Explica que la fuerza del campo magnético en el sistema solar primitivo disminuyó a medida que se formaron los planetas, y medir la magnetización remanente en los asteroides puede revelar información sobre el campo magnético en las primeras etapas del sistema solar.
Kimura añade: “En trabajos futuros, nuestros resultados también podrían ayudar a revelar las edades relativas de las superficies de los cuerpos sin aire y ayudar en la interpretación precisa de los datos de teledetección obtenidos de estos cuerpos“.
Un hallazgo particularmente interesante fue que pequeños granos minerales llamados framboides, compuestos de magnetita, una forma de óxido de hierro, habían perdido por completo sus propiedades magnéticas normales. Los investigadores sugieren que esto se debió a una colisión con micrometeoroides de alta velocidad de entre 2 y 20 micrómetros de diámetro.
Los framboides estaban rodeados por miles de nanopartículas de hierro metálico. Se espera que futuros estudios de estas nanopartículas revelen información sobre el campo magnético que el asteroide ha experimentado durante largos períodos de tiempo.
“Aunque nuestro estudio tiene como objetivo principal el interés y la comprensión científicos fundamentales, también podría ayudar a estimar el grado de degradación que probablemente sea causado por el polvo espacial que impacta naves espaciales robóticas o tripuladas a alta velocidad”, concluye Kimura.
Después de examinar las estructuras del dominio magnético utilizando el microscopio electrónico de transmisión holográfica, se llevaron a cabo estudios de mapeo elemental y difracción de electrones STEM-EDS utilizando un microscopio electrónico de transmisión ordinario (JEM-F200, JEOL Ltd., Tokio); El análisis EELS también se realizó utilizando un microscopio electrónico de transmisión de barrido con corrección de Cs basado en JEM-ARM200 (JEM-2400FCS, JEOL Ltd., Tokio). Todos estos análisis se realizaron en el Centro de Cerámica Fina de Japón.
.@ykimura_lowtem et al. use Electron holography and show how nonmagnetic framboids and many iron nanoparticles with a vortex magnetic flux formed by magnetite reduction due to a micrometeoroid impact on asteroid #Ryugu. https://t.co/Jy5e77U4BM
— Nature Communications (@NatureComms) April 30, 2024