Agencias/Ciudad de México.- El Barómetro de Confianza de Edelman de 2025 revela que los temores económicos han hecho metástasis en agravios, y seis de cada diez encuestados manifiestan un sentimiento de agravio moderado o alto. Este sentimiento se define como la creencia de que el gobierno y las empresas les perjudican y sirven a intereses particulares, y que en última instancia los ricos se benefician mientras que la gente común sufre. El miedo a sufrir discriminación ha aumentado 10 puntos hasta alcanzar un máximo histórico del 63 por ciento, abarcando a la mayoría de todos los géneros, edades y niveles de ingresos. El aumento más grande (14 puntos) se observó entre los blancos en los EEUU.

Los temores económicos se han convertido en quejas entre el 60% de la población, y muchos creen que acciones hostiles como la violencia pueden ser necesarias para provocar el cambio, mostró una encuesta mundial de la empresa de comunicación Edelman.

El sondeo a 33,000 encuestados de 28 países mostró un alto grado de desconfianza en los gobiernos y las empresas, a los que muchos consideran al servicio de los intereses de los ricos mientras la gente común pasa penurias.

La encuesta se publicó cuando está a punto de comenzar la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos bajo el lema “Colaboración para la era inteligente”.

Cuatro de cada 10 encuestados aprobaron los actos hostiles para provocar el cambio, como la violencia o las amenazas, los ataques en línea, la difusión intencionada de desinformación y los daños a la propiedad, según la encuesta. Entre los encuestados de 18 a 34 años el apoyo a los actos hostiles era aún mayor, un 53%.

Según la encuesta, el descontento se debe a la falta de esperanza en la próxima generación, a las diferencias de clase entre las personas con ingresos bajos y altos, a la desconfianza en los líderes, incluidos los funcionarios, los empresarios y los periodistas, y a la confusión sobre la información creíble.

Resulta alarmante que cuatro de cada diez encuestados (el 53 por ciento de los que tienen entre 18 y 34 años) aprueben una o más formas de activismo hostil para generar cambios, que incluyen atacar a personas en línea, difundir desinformación intencionalmente, amenazar o cometer actos de violencia y dañar la propiedad pública o privada. También prevalece una mentalidad de suma cero, ya que los encuestados creen que los beneficios para quienes tienen posiciones políticas opuestas se obtienen a expensas de ellos, una situación más del doble de común entre quienes tienen un alto nivel de quejas (53 por ciento) que entre quienes tienen un bajo nivel de quejas (23 por ciento).

Durante los últimos años, las empresas han sido la solución predeterminada para los problemas sociales porque se las considera mejores que el gobierno en competencia (actualmente tienen 49 puntos más que el gobierno) y ética (29 puntos más). Las empresas enfrentan nuevas barreras de protección; su participación en la solución de problemas sociales está justificada si contribuye al problema, puede tener un impacto importante en el desafío y si sus acciones mejoran el desempeño empresarial. Las otras tres instituciones principales tienen papeles vitales que desempeñar. Las ONG, en su función de unificadoras, son la institución que genera mayor confianza entre quienes tienen un alto grado de sentimiento de agravio. El gobierno debe demostrar su competencia entregando resultados que beneficien a los ciudadanos. Los medios de comunicación deben priorizar la información de calidad por sobre el contenido orientado a los clics para permitir la toma de decisiones informadas.

“Las empresas se enfrentan a la reacción negativa de quienes se oponen a su papel como catalizador del cambio social”, afirmó Edelman. “Para dejar atrás una sociedad basada en las quejas será necesario un esfuerzo interinstitucional para abordar cuestiones como la integridad de la información, la asequibilidad, la sostenibilidad y el futuro de la IA”.

Otros hallazgos clave del Barómetro de Confianza de Edelman 2025 incluyen:

  • Falta de confianza en las principales economías: cinco de las 10 economías más grandes del mundo se encuentran entre las naciones menos confiables en el Índice de Confianza: Japón (el menos confiable con 37), Alemania (41), Reino Unido (43), EE. UU. (47) y Francia (48).
  • Países en desarrollo más confiables: China (77), Indonesia (76), India (75) y los Emiratos Árabes Unidos (72) vuelven a encabezar el Índice de Confianza como las naciones más confiables encuestadas.
  • La confianza sigue siendo local: a pesar de una caída de 3 puntos al 75 por ciento de confianza entre los empleados, “mi empleador” sigue siendo la institución más confiable.
  • La inseguridad laboral se acelera: los temores a la inseguridad laboral debido a los impactos de la globalización aumentaron en el último año, incluidas causas como los conflictos comerciales internacionales (62 por ciento de los empleados están preocupados, 5 puntos más), los competidores extranjeros (59 por ciento, 6 puntos más), la deslocalización (54 por ciento, 6 puntos más); una recesión inminente (63 por ciento, 3 puntos más); la automatización (58 por ciento, 5 puntos más); y las habilidades obsoletas (58 por ciento, 2 puntos más).
  • Los ricos vistos como el problema: una mayoría cree que evita pagar su parte justa de impuestos (67 por ciento), y el 65 por ciento culpa a su egoísmo por muchos de nuestros problemas.
  • La mayoría tiene sentimientos de agravio contra el gobierno, las empresas y los ricos: El 61 % a nivel mundial tiene un sentimiento de agravio moderado o alto, que se define como la creencia de que el gobierno y las empresas les hacen la vida más difícil y sirven a intereses particulares, y que los ricos se benefician injustamente del sistema.
  • El sentimiento generalizado de agravio está erosionando la confianza en todos los ámbitos: Quienes tienen un alto sentido de agravio desconfían de las cuatro instituciones (empresas, gobierno, medios de comunicación y ONG).
  • El activismo hostil se considera una herramienta legítima para impulsar el cambio: Para generar un cambio, 4 de cada 10 personas aprobarían una o más de las siguientes formas de activismo hostil: atacar a personas en línea, difundir desinformación intencionalmente, amenazar o cometer actos de violencia, dañar la propiedad pública o privada. Este sentimiento es más frecuente entre los encuestados de entre 18 y 34 años (el 53 por ciento aprueba al menos una).

En las democracias occidentales, las perspectivas de los encuestados de que sus países sean mejores para la próxima generación cayeron a mínimos del 9% en Francia, el 17% en el Reino Unido y el 30% en Estados Unidos, según la encuesta.

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