Agencias/Ciudad de México.- La mayoría de armas que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha decomisado en Sinaloa en medio del estallido de violencia que ese estado padece desde hace cinco meses proviene de Estados Unidos (EEUU).
Así lo reveló el diario El Universal en una nota que confirma las denuncias realizadas por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien le ha exigido a su colega estadounidense, Donald Trump, que frene el tráfico de armas desde su país que terminan en manos de los cárteles.
Según el reporte, de septiembre a noviembre del año pasado, durante los primeros dos meses de enfrentamientos entre las facciones principales del Cártel de Sinaloa (que responden a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y a los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, respectivamente), la Sedena secuestró 703 armas, de las cuales hasta ahora solo ha podido identificar la procedencia de 129.
De ese arsenal, 78 armas se fabricaron en EEUU, lo que representa el 60,5 %. Otras 13 provienen de Austria y 13 más, de Rumanía; 8, de China; 6, de Serbia; 3, de Alemania; 2, de Italia y 2 más, de Bélgica.
Las autoridades mexicanas también decomisaron un arma procedente de cada uno de estos países: España, Brasil, Polonia y República Checa.
En el caso de las armas que no pudieron ser identificadas, ello se debe a que los criminales les borraron las marcas y los números de serie, a que combinaron piezas de diferentes armas o a que les colocaron partes falsas.
La violencia inédita que ya cumplió cinco meses en Sinaloa estalló luego de que Zambada fuera detenido en EEUU junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del Chapo, en un operativo que todavía no ha quedado del todo claro, a pesar de las exigencias de informes del Gobierno mexicano, que fue excluido por completo de la investigación.
El Mayo denunció que Guzmán López lo secuestró para llevarlo al país vecino y poder negociar así una rebaja de su eventual condena ante las autoridades estadounidenses, lo que desató una feroz batalla por el control del Cártel de Sinaloa.
Los herederos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán conocidos como Los Chapitos, y de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, llamados ‘Los Mayos’, han aglutinado pandillas de sicarios para disputar el control del poderoso cártel de Sinaloa, cuyas batallas han dejado más de 700 muertos y unos 400 desaparecidos de manera forzada, en las principales regiones de esa entidad del noroeste de México.
La cruenta batalla en las calles y veredas entre las pandillas del narcotráfico (Chapitos y Mayitos) ha generado pérdidas económicas de 18 mil millones de pesos en comercios, hoteles y restaurantes, además, en riesgo de cancelación de 25 mil empleos formales en Sinaloa.
La sospecha de complicidad del gobernador Rubén Rocha Moya emanado del partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) sobre vínculos con pandillas del narcotráfico se ha convertido en una verdad urbana.
Desde antes que asumiera el cargo Rocha Moya ha sido ligado a una facción del cártel de Sinaloa, versión que creció con la carta escrita de puño y letra que difundió Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los fundadores del cártel de Sinaloa, el pasado 10 de agosto.
En la carta ‘El Mayo’ Zambada aseguró que habría sido secuestrado tras acudir a una reunión en la que fue convocado el gobernador de Sinaloa, Rocha Moya y Cuen Ojeda, exalcalde de Culiacán y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), ejecutado el pasado 25 de julio.
En la narración, ‘El Mayo’ aseguró que fue invitado a la reunión por Joaquín Guzmán López “para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado”.
‘El Mayo’ dijo que existía una disputa entre el gobernador Rocha Moya y Cuen Ojeda sobre la designación del nuevo rector de la UAS.
En la carta agregó que la reunión se llevaría a cabo en el rancho y centro de eventos ‘Huertos del Pedregal’, ubicado a las afueras de Culiacán.
‘El Mayo’ descirbió que a su llegada al lugar había hombres armados vestidos de verde que posteriormente participaron en su secuestro junto con Guzmán López.
Ese día, ‘El Mayo’ acudió acompañado por cuatro integrantes de su cuerpo de seguridad de quienes hasta ahora se desconoce su paradero.
“Vi un gran número de hombres armados vestidos con uniformes militares verdes que supuse eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos. Estaba acompañado por cuatro miembros de mi equipo de seguridad, de los cuales dos se quedaron afuera del perímetro.
“Los dos que entraron conmigo fueron José Rosario Heras López, Comandante en la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, un miembro de mi equipo de seguridad desde hace mucho tiempo”, dijo.
‘El Mayo’ Zambada líder histórico del Cártel de Sinaloa, había sido uno de los hombres más buscados por las autoridades del mundo hasta la sorpresiva noticia de su captura el pasado 25 de julio.
Ese día, surgieron múltiples versiones contradictorias, desempolvaron historias y mitos urbanos sobre su persona debido a las circunstancias y lugar donde de su arresto.
El temido narco mexicano había sido detenido tras bajar de una avioneta en un aeropuerto privada en El Paso, Texas. Junto a él cayó Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, preso en una cárcel estadounidense.
Desde entonces, ante la falta de datos oficiales, una serie de teorías han circulado en torno a la captura de ‘El Mayo’.
‘El Mayo’ nunca pisó una cárcel mexicana, era discreto, existían pocas fotografías sobre él en medio de innumerables leyendas populares en México y el mundo.
Zambada manejo un perfil diferente a la mayoría de los capos mexicanos, sin ostentosidad ni bulliciosos en lugares públicos. ‘El MayO’ fundó junto a ‘El Chapo’ Guzmán, Héctor ‘El Guero’ Palma, Juan José Esparragoza, alias ‘El Azul’, e Ignacio ‘Nacho’ Coronel Villarreal, uno de los cárteles más poderosos de México y nivel internacional desde la década de los 80.
Además, cultivó una habilidad negociadora que permitió las operaciones bajo la protección de autoridades de diferentes gobiernos en México y otras países. Y mantuvo a raya las diversas facciones del Cártel de Sinaloa y adversarios de otros cárteles.