Texto Monitor Sur/San Cristóbal de Las Casas.- El obispo Felipe Arizmendi Esquivel lanzó una alerta por el inminente peligro que existe en los municipios de Chenalhó y Chalchihuitán, que viven un ambiente similar a la gestación de la masacre de 45 indígenas de Acteal en 1997.
Esto es ocasionado por un conflicto de límites que ya tiene más de 40 años, cuando la entonces Reforma Agraria hizo mal una delimitación de territorio y afectó a ambos municipios y ha generado el conflicto que hoy se vive, recalcó.
Hasta el momento existen cerca de 5 mil personas desplazadas en Chalchihuitán, ante el cierre de carreteras y persecución de que han sido víctimas por parte de grupos armados.
Entre ellos, informó, mujeres, niños, embarazadas y ancianos, porque constantemente hay balaceras.
“El peligro es inminente porque pudiera haber más enfrentamientos, más violencia, y nadie quiere recordar lo que pasó en Acteal, pero el ambiente es muy semejante al que era previo a la matanza de (45 personas en) Acteal”, hace 20 años, señaló.
Sostuvo que aunque ha sido testigo de los acuerdos firmados entre las partes con la intermediación del Gobierno del Estado, esto no ha sido suficiente.
“Lamentablemente a nivel federal ya todos están buscando qué les va a tocar en la siguiente elección, y lo que menos les importa son este tipo de matanzas entre los propios pueblos”, relató.
Ante ello hizo un exhorto al Gobierno Estatal para que siga buscando nuevos caminos, nuevos métodos para detener la violencia.
Insistió: “Hay mucha gente armada, la gente de Chalchihuitán está muy desprotegida en las montañas y hay mucha inseguridad y mucha violencia”.
Dijo que a través de la Organización Caritas han llevado víveres y algunos enseres domésticos, aunque reconoció que es insuficiente, por lo que la campaña para recolección de alimentos y ayuda humanitaria seguirá.
“Muchas personas solo se cubren con una lona o un nailon”, lamentó.