Agencias/Ciudad de México.- Un grupo de bancos liderado por Morgan Stanley (MS) se está preparando para vender hasta 3,000 millones de dólares de deuda senior vinculada a la compra de X, la plataforma de medios sociales antes conocida como Twitter, por parte de Elon Musk, según personas con conocimiento del asunto.
Un grupo de bancos liderado por Morgan Stanley aumentará sustancialmente la venta de préstamos vinculados a la plataforma de redes sociales X de Elon Musk después de que la demanda de los inversionistas superara las expectativas, según fuentes al tanto.
Los banqueros se han puesto en contacto con un pequeño grupo de inversores para evaluar su interés en comprar partes de al menos 250 millones de dólares a un precio con descuento en el rango de 90 a 95 centavos de dólar, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas discutiendo información privada. Una venta podría iniciarse tan pronto como la próxima semana, dijeron.
Los bancos habían planeado inicialmente vender préstamos por un valor de 3,000 millones de dólares, pero recibieron suficientes interés como para ofrecer más deuda. Ahora el objetivo es vender hasta 5,500 millones de dólares de la deuda que tienen en sus libros, lo que marca un hito importante en su esfuerzo por deshacerse de la exposición a X.
El monto final aún se está evaluando, ya que también buscan reducir el descuento al que se está ofreciendo el préstamo, según indicaron las fuentes, agregando que los bancos buscan venderlo por al menos 95 centavos de dólar.
Los bancos de Wall Street se quedaron con 13,000 millones de dólares en deuda de X, entonces conocida como Twitter Inc., que acumuló Musk durante su sorpresivo intento por sacarla de bolsa en 2022. Si bien los bancos normalmente intentan revender rápidamente la deuda que comprometen para financiar una adquisición, los inversionistas se resistieron en este caso después de que Musk trastocara el negocio de X, despidiera personal y provocara una fuerte caída de los ingresos.
Ahora los inversores están volviendo, atraídos por la perspectiva de que las empresas vinculadas Musk se beneficien de su relación con el presidente estadounidense, Donald Trump. El empresario multimillonario utilizó su propiedad de X y su posición destacada en la plataforma para impulsar el regreso de Trump a la Casa Blanca, llegando a convertirse en un asesor clave del mandatario. Su creciente influencia en Washington ya ha demostrado ser un foco de atención, lo que ha provocado críticas de los demócratas que advierten que se está extralimitando.
you better not be making a dedicated video tab when I get home
me: pic.twitter.com/ZbmLBmSbDp
— X (@X) January 20, 2025
Sin embargo, para X, esto ha dado lugar a que los anunciantes regresen poco a poco a la plataforma, según los banqueros que ofrecen la deuda a los inversionistas. Otro posible argumento de venta es que los inversionistas obtendrán exposición a la participación de X en la valiosa startup de inteligencia artificial de Musk, xAI.
Cuando se cerró la adquisición, los bancos se quedaron con tres tramos de deuda por un total de 13,000 millones de dólares. La parte más grande eran 6,500 millones de dólares que se suponía que se venderían a inversionistas como préstamos apalancados garantizados sénior, y el resto se distribuiría como una combinación de bonos “basura” garantizados y no garantizados.
El acercamiento marca el esfuerzo más significativo de los bancos hasta ahora para deshacerse de 13,000 millones de dólares de deuda vinculada a la compra de Musk de Twitter Inc. que se atascó en sus libros en 2022 después de que el multimillonario lanzó una oferta sorpresa para tomar la empresa privada. Siete bancos, entre ellos Bank of America Corp. (BAC), Barclays Plc (BCS) y Mitsubishi UFJ Financial Group Inc. (MUFG) acordaron financiar esa operación.
En 2022, los bancos de Wall Street se quedaron atascados con unos 40,000 millones de dólares de deuda por adquisiciones que habían suscrito en la era del dinero fácil, cuando la Reserva Federal empezó a subir agresivamente las tasas de interés. Desde entonces han conseguido deshacerse de la mayoría de esos acuerdos.
La transacción del gigante de los medios sociales resultó especialmente espinosa después de que Musk pasara meses intentando echarse atrás en la compra de Twitter antes de que un juez le obligara a cerrar el trato. A través de su propiedad, Musk cambió el nombre de la empresa a X, recortó costos y plantilla y posicionó la plataforma como un bastión de la libertad de expresión. Algunos de sus primeros movimientos enfadaron a los anunciantes, amenazando una fuente de ingresos muy necesaria.
La adquisición cargó a Twitter con una cantidad de deuda sin precedentes, elevando su gasto anual en intereses de unos US$50 millones a bastante más de US$1.000 millones. Desde entonces, los bancos han estado esperando un momento oportuno para demostrar a los inversores que las ambiciones de Musk para la empresa pueden justificar ese costo.
Más recientemente, el destacado papel de Musk en el círculo íntimo del presidente Donald Trump, incluido su puesto en la cúpula del recién acuñado Departamento de Eficiencia Gubernamental, ha encendido una nueva ola de optimismo en torno a sus negocios. El tono en los mercados de deuda también ha mejorado notablemente, ya que los inversores claman por nuevas operaciones tras una sequía de fusiones y adquisiciones.
Cuando se cerró la adquisición, los bancos se quedaron atascados con tres tramos de deuda: 6,500 millones de dólares destinados a ser vendidos a los inversores como préstamos apalancados garantizados senior, junto con dos tramos de 3,000 millones de dólares que debían ser sustituidos por bonos basura garantizados y no garantizados. Para hacer privada la empresa, Musk y sus coinversores pusieron 33,500 millones de dólares de capital.
https://twitter.com/X/status/1871290301471473954