Agencias/ Ciudad de México.- Aunque procuraban mantener viva la idea de una Superliga, varios más de los clubes fundadores de la polémica competición abandonaron el miércoles al proyecto.

El Juventus Turín, el Milan y el Inter de Milán, los tres clubes italianos entre los doce fundadores de la Superliga europea, renunciaron ayer al actual proyecto de competición, al reconocer que en este momento no se dan las condiciones para llevarlo adelante con el formato pensado.

Oficialmente, quedan solo dos clubes participantes: los españoles Real Madrid y Barcelona.

Así las cosas, la nueva competencia quedó al borde de la extinción antes de haber comenzado.

Si bien algunos de los clubes ingleses ofrecieron disculpas a sus hinchas al dar marcha atrás el martes, los equipos que tiraron la toalla el miércoles reiteraron con diversos matices que aún creen en los méritos del proyecto.

La Juve sostuvo que el torneo puede ser realidad en el futuro.

“Mientras que la Juventus sigue convencida sobre la solidez del proyecto deportivo, comercial y legal, cree que hay pocas posibilidades de que el proyecto se complete en la forma concebida originalmente”, dijo el club de Turín. “Juventus mantiene su compromiso de buscar la creación de valor a largo plazo para la compañía y para toda la industria del fútbol”.

Los ingleses Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City y Tottenham desistieron participar de un torneo de participación cerrada, sacudidos por la furia que el plan provocó dentro de sus hinchas. El gobierno británico amenazó con presentar una legislación para evitar que se saliesen de la tradicional pirámide del fútbol europeo.

De todas formas, el Milan dijo que “debe ser sensible a la opinión de los amantes de este maravilloso deporte”, pero que sigue dispuesto a seguir trabajando para brindar un “modelo sostenible” para el fútbol.

El proyecto de la Superliga tiene como cerebro al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien lo promocionó como una competición para “salvar al fútbol” y a los clubes golpeados económicamente por la pandemia de coronavirus.

El Madrid y el Barcelona no formularon comentarios sobre la decisión de los otros fundadores de abandonar la Superliga. Habían aflorado divergencias dentro del club catalán, con su capitán Gerard Piqué pronunciándose sin tapujos.

“El fútbol pertenece a los aficionados. Hoy más que nunca”, publicó el zaguero en su cuenta de Twitter la madrugada del miércoles.

Aunque procuró mantenerse al margen, el técnico del Barça Ronald Koeman dijo estar “de acuerdo” con el tuit de Piqué.

La presencia del Barcelona en la nueva liga europea estaba condicionada a un voto de su asamblea general.

El Atlético señaló que las “circunstancias” que le permitieron sumarse a la nueva liga el lunes “a día de hoy ya no se dan”.

“Para el club es esencial la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados”, añadió. “La plantilla del primer equipo y su entrenador han mostrado su satisfacción por la decisión del club, al entender que los méritos deportivos deben primar por encima de cualquier otro criterio”.

El Inter dijo que el club respetaba su compromiso de dar la mejor experiencia futbolística a sus seguidores porque “la innovación y la inclusión han sido parte de nuestro ADN desde nuestra fundación”.

El lunes, la UEFA amenazó con vetar a los jugadores de los 12 clubes fundadores de la Eurocopa de este año y la Copa Mundial el año próximo. Pero un juzgado Madrid emitió una medida cautelar que ordenó a la UEFA y a la FIFA no poner trabas a la formación de la Superliga.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la Superliga, reconoció que está “triste y decepcionado” por todos los acontecimientos que se han sucedido desde el anuncio de la nueva competición y lamentó la “agresividad, amenazas e insultos” que han recibido doce clubes que tenían intención de “salvar el fútbol”.

“Llevamos muchos años trabajando en un proyecto que no he sabido explicar. Estoy triste y decepcionado. Era fácil de entender, la Liga es intocable, hay que sacar dinero del partido entre semana. El formato de la Champions está obsoleto y solo tiene interés a partir de los cuartos”, aseguró en El Larguero de la Cadena SER.

Florentino Pérez explicó que el proyecto de la Superliga queda en “stand-by”, que Juventus y Milan “no se han ido” y el Barcelona está “reflexionando”. El presidente lamentó la agresividad que ha provocado el anuncio de la nueva competición.

“Nunca he visto una agresividad más grande del presidente de la UEFA y algunos presidentes de las ligas, de forma orquestada. Nos ha sorprendido a todos. Tras dar la noticia pedimos ver al presidente y ni nos ha contestado. Nunca he visto esa agresividad, amenazas, insultos como si hubiéramos matado el fútbol. Hemos trabajado en ayudar a salvar el fútbol”.

Andrea Agnelli, uno de los fundadores de la rupturista Superliga europea y presidente de la Juventus, canceló el proyecto el miércoles después de que seis clubes ingleses se retiraran y culpó a la intervención de los políticos del fracaso del proyecto.

Doce de los principales clubes de fútbol de Europa de Inglaterra, Italia y España anunciaron una competición independiente el domingo, pero después de 48 horas de intensas críticas de aficionados y políticos, los seis clubes ingleses participantes se retiraron del proyecto el martes.

Cuando se le preguntó si el proyecto aún podría tener lugar tras estos abandonos, Agnelli dijo a Reuters: “Para ser franco y honesto, no, evidentemente ese no es el caso”.

Agnelli dijo que sigue convencido de que el fútbol europeo necesita un cambio y que no se arrepiente de la forma en que se hizo el intento de ruptura.

“Sigo convencido de la belleza de ese proyecto”, dijo Agnelli, afirmando que habría creado la mejor competición del mundo. “Pero hay que reconocerlo (…) quiero decir, no creo que ese proyecto pueda salir adelante ahora mismo”.

Agnelli dijo que otros clubes estaban listos para unirse a la nueva competición europea antes de que los equipos ingleses la abandonaran.

“No voy a decir cuántos clubes me contactaron en solo 24 horas para preguntarme si podían unirse”, dijo, negándose a nombrarlos. “Quizás mintieron, pero varios equipos se pusieron en contacto conmigo para preguntarme qué podían hacer para unirse”.

Agnelli dijo que sentía que la intervención del Gobierno británico, con el primer ministro Boris Johnson amenazando con legislar para detener la ruptura, había empujado a los clubes ingleses a retirarse.

“He oído especulaciones sobre que si seis equipos se hubieran separado y hubieran amenazado a la EPL (Premier League inglesa), el mundo de la política lo habría visto como un ataque al Brexit y su estructura política”, dijo.

Cuando se le preguntó si lamentaba la forma en que se llevó a cabo el anuncio, que fue muy criticado por su antiguo aliado, el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin, Agnelli se refirió a la naturaleza del negocio del fútbol.

“Si me explican otro método para armar este tipo de proyectos (…) Si pidiéramos la autorización de otros, no creo que hubiéramos llevado a cabo un proyecto como este”.

“Las relaciones están ahí, he visto cambios en las relaciones con el tiempo, estoy bastante seguro de que algunas personas estarán abiertas y hablarán entre ellas”, dijo.

“No creo que nuestra industria sea particularmente sincera, digna de confianza o fiable en general”.

El fundador de la empresa de medios de comunicación española Mediapro, Jaume Roures, pidió al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que reconozca públicamente que se ha equivocado con la Superliga.

Pérez fue nombrado presidente de un proyecto futbolístico que, pese a haber sido anunciado el domingo, el miércoles se quedó en agua de borrajas después de que nueve de los 12 clubes fundadores le retiraran su apoyo.

El jefe de la Juventus, Andrea Agnelli, admitió que el proyecto no puede seguir adelante, dejando al Real Madrid y al Barcelona como los únicos clubes implicados que aún no se han pronunciado tras el fracaso de la idea.

“No creo que tras estas 48 horas la gente del fútbol pueda estar más feliz”, dijo Roures a Radio Marca el miércoles.

“Florentino (Pérez) sale muy tocado de esto. Ahora tiene que salir ahora a reconocer que se ha equivocado, como mínimo. Supongo que Florentino está reflexionando en profundidad porque es el actor intelectual y material del fracaso. El Barça debería pronunciarse”.

“No tenían nada negociado con operadores ni patrocinadores. Por eso hizo esa presentación ridícula en el (programa de televisión) Chiringuito. Si no, haces una rueda de prensa, no vas a una cadena secundaria”.

“Florentino ha confundido el palco del Bernabéu con el fútbol, pero la vida real es más compleja”.

Roures, cuya empresa es propietaria de los derechos televisivos en España de la Liga, la Champions y la Europa League, también se mostró crítico con la toma de decisiones en cuanto a los equipos invitados como fundadores.

“Cuando le he explicado a algún club que ese dinero no existe no se lo creían. Hay algunos que se creen semidioses y que pueden hacer de su capa un sayo”, dijo.

“¿Pero con quién ha empatado el Arsenal para echar al Sevilla de la máxima competición europea?”

Las cadenas de televisión no romperán sus contratos con la UEFA y las ligas nacionales para unirse al proyecto de la escindida Superliga Europea, dijo el lunes a Reuters el director de la empresa española de medios de comunicación Mediapro.

Jaume Roures, cuya empresa emite los partidos de la máxima categoría del fútbol español, La Liga, y tiene los derechos de licencia televisiva de la Liga de Campeones de la UEFA en el país, dijo que creía que la nueva competición no tendría éxito.

“Las televisiones de entrada tienen contrato hasta 2024, nadie se va a poner ahora a romper esos contratos. La irrupción ahora lo único que hace es crear inquietud”, dijo Roures a Reuters en una entrevista.

“No va a cuajar (…) No hay otra salida”.

Una amarga batalla por el control del juego y sus lucrativos ingresos comenzó con una carta enviada por 12 clubes a la UEFA el domingo en la que decían que tomarían medidas legales para proteger sus intereses al crear la nueva Superliga Europea.

El proyecto —que compite con el torneo de élite de la UEFA, la Liga de Campeones— fue condenado por las autoridades futbolísticas, políticos y aficionados.

Roures se opuso a la afirmación de los 12 clubes de que tener una plaza garantizada en la competición todos los años ayudaría a sus finanzas, tensadas por la pandemia del COVID-19.

“Ellos lo que buscan es acaparar la mayor parte del dinero que hay en el mercado y repartírselo entre veinte”, dijo Roures, en referencia al objetivo de la Superliga de tener una liga de 20 equipos cada temporada.

“¿Para qué sirve, para pagarle más a los jugadores y los intermediarios? No estamos hablando de que van a subir el sueldo a la gente que cuida la hierba”, dijo Roures, cuya empresa también gestiona los derechos de transmisión internacional de La Liga.

En el pasado, las amenazas de ruptura han forzado soluciones consensuadas entre la UEFA y los grandes clubes de la Liga de Campeones sobre el formato y los ingresos.

Sin embargo, es la primera vez que los clubes más ricos van más allá de las amenazas y anuncian la creación de una nueva liga.

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