InsurgentePress, Estados Unidos.- Un mosquito conservado en ámbar, la imaginación de Michael Crichton y la magia de Steven Spielberg devolvieron a la vida, hace cinco lustros, a unos gigantes que reinaban en la Tierra hace más de 65 millones de años.

Carta de amor a los dinosaurios, Parque Jurásico cumple mañana 25 años de su primera proyección con público: una premier en Washington.

Vale la pena la celebración, porque dejó momentos ya icónicos para la historia del séptimo arte, como el rugido del tiranosaurio o ese inconfundible tema musical de John Wiliams.

A nivel comercial, su éxito es incuestionable. Con un presupuesto de producción de 63 millones de dólares, recaudó mil 29. Fue, hasta la llegada de Titanic, en 1997, la película más taquillera de la historia.

Los involucrados en Jurassic World: El Reino Caído, que estrenará el 21 de junio, se declararon rendidos al filme original.

“Mi mente explotó. Jamás olvidaré la primera vez que la vi. Tenía 13 años. Fue en Washington, en la semana de estreno. Es genial ahora protagonizar las secuelas. Aunque no soy la estrella, ellos son el T-Rex y los velocirraptores. Yo soy apenas un actor de reparto”, comenta con humor Chris Pratt, el héroe de la nueva etapa de la franquicia.

“Estoy de acuerdo con quienes consideran a Parque Jurásico una película perfecta, una obra maestra en términos de que es cine puro, narración, efectos especiales empujados al límite. Nadie había hecho nada como lo que hizo Spielberg”, suelta, por su parte, Bryce Dallas Howard, quien da vida a una damisela que no necesita de nadie para salir del peligro.

Tras Hook: El Regreso del Capitán Garfio, el “Rey Midas de Hollywood” necesitaba un golpe ante taquilla y crítica.

Una novela de Michael Crichton sobre dinosaurios traídos de vuelta al mundo gracias a los avances de la bioingeniería, y un parque temático que los expone como feria, llegó a sus oídos. Y llevó el rodaje al paradisiaco Hawai.

Protagonizada por Sam Neill, Laura Dern, Richard Attenborough y Jeff Goldblum, su historia, tantas veces contada, es la de la ambición, la de hombres creyéndose dioses y sus criaturas volviéndose contra ellos.

“Creo que la idea de Michael Crichton era lanzarnos ideas que nos hicieran reflexionar sobre la naturaleza, lo que estamos haciendo con este planeta y sobre nuestra relación con animales. El respeto que debemos tenerles, la coexistencia pacífica que idealmente tendríamos que tener”, opina Goldblum, quien regresa a su personaje en el nuevo filme.

Los efectos digitales no estaban lo suficientemente maduros y Spielberg y su equipo optaron por modelos robóticos del fiero tiranosaurio, los astutos velocirraptores o el sorpresivo dilofosaurio.

El resultado fue un espectáculo para adolescentes y adultos, con inyecciones de asombro y terror, y guiños a otra obra maestra de Spielberg: Tiburón.

Los dinosaurios, 25 años después, siguen rugiendo.

Con información de Reforma

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