Insurgente Press, Ciudad de México.- Donald Trump continuó impulsando su ofensiva antimigrante como el eje de su estrategia electoral para mantener el control republicano del Congreso en las elecciones intermedias del 6 de noviembre, al advertir este miércoles que podría enviar hasta 15 mil soldados a la frontera con México para enfrentar a la caravana de migrantes centroamericanos, un despliegue que sería equivalente a la presencia militar estadunidense en Afganistán.
Nuestros militares se están movilizando en la frontera sur. Muchos más soldados llegarán. No permitiremos que estas caravanas, las cuales también están integradas por algunos hampones y pandilleros muy malos, ingresen a Estados Unidos. Nuestra frontera es sagrada, tienen que llegar legalmente. ¡Den vuelta!, advirtió por tuit esta mañana, haciendo eco de los mensajes anteriores y que seguramente continuarán durante los próximos seis días hasta la elección.
Hizo caso omiso a quienes repetidamente han señalado que ingresar por un punto fronterizo para solicitar asilo es llegar de manera legal.
En otro tuit resaltó la violencia de la caravana y criticó que México los está dejando pasar. Señaló que entre los integrantes hay luchadores y personas muy duras. Lucharon fuerte y viciosamente contra México en la frontera sur antes de abrirse paso; soldados mexicanos fueron heridos, fueron incapaces, o no tenían la voluntad de frenar la caravana. Deberían detenerlos antes de que alcancen nuestra frontera, ¡pero no lo harán!
Poco más tarde, en comentarios a periodistas en la Casa Blanca, Trump comentó: podríamos subir a alrededor de 10 mil o 15 mil el personal militar de la Patrulla Fronteriza, ICE (agencia de control migratoria) y todos los demás en la frontera para evitar el ingreso de la caravana.
Por ahora hay 2 mil 100 elementos de la Guardia Nacional desplegados en la frontera desde abril, y a principios de la semana se anunció que se trasladarán a esa zona 5 mil 200 militares de las fuerzas armadas, con 800 ya en camino.
Críticos –incluso algunos ex militares– han denunciado que Trump está usando el despliegue militar como un acto político-electoral, pero el secretario de Defensa, James Mattis, defendió este jueves a su jefe al asegurar: no hacemos trucos políticos en este departamento.
Una amplia gama de organizaciones de defensa de derechos acusan que esto no es nada menos que alimentar el clima antimigrante para motivar a las bases republicanas. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) reiteró que el incremento de tropas por una crisis inexistente es una jugada racista y un desgaste irresponsable de recursos.
Si se llegara a desplegar a 15 mil soldados, sería el equivalente a la presencia militar estadunidense en Afganistán –la guerra más larga en la historia de este país– y hasta tres veces el tamaño de su fuerza en Irak.
Y sobre otra medida antimigrante que Trump anunció ayer al comentar que tiene la intención de anular el derecho a la ciudadanía de hijos de indocumentados que nacen en este país –derecho otorgado por la Constitución en su 14 Enmienda– declaró que se llevará a cabo de una u otra manera. Este derecho, afirmó, le cuesta al país miles de millones de dólares y es muy injusto para nuestros ciudadanos.
Aseguró –en contra del casi pleno consenso de expertos y abogados constitucionalistas y de fallos judiciales anteriores– que ese derecho no está garantizado por la 14 Enmienda. En torno a esto afirmó: Yo mantendré seguro al país. Este caso será decidido por la Suprema Corte de Estados Unidos.
A la vez, pidió a que el líder republicano de la Cámara de Representantes, quien ocupa el tercer rango más poderoso en la jerarquía política de la capital– se callara la boca, por atreverse a cuestionarlo sobre si puede anular ese derecho de ciudadanía. Paul Ryan debería enfocarse en mantener la mayoría en lugar de dar sus opiniones sobre el derecho a la ciudadanía por nacimiento, algo de lo que no sabe nada, indicó por tuit. Varios republicanos no estaban muy felices con el fuego amigo entre su liderazgo a seis días de la elección.
La cláusula sobre ciudadanía en la 14 Enmienda fue ratificada en 1868. Eric Foner, historiador de la Universidad de Columbia, escribe en The New York Times que establecer ese derecho fue uno de los resultados transformadores de la Guerra Civil y la destrucción de la esclavitud. Los únicos excluidos en ese tiempo fueron los indígenas que vivían en reservas (que eran considerados ciudadanos de sus propios pueblos autónomos, y fueron clasificados como ciudadanos estadunidenses hasta 1924) e hijos de diplomáticos.
La primera ley de naturalización era sólo para personas blancas, y la Suprema Corte en 1857 afirmó explícitamente que ningún afroestadunidense podría ser ciudadano. Por ello, Foner concluye que el derecho de ciudadanía por nacimiento de la 14 Enmienda, además de buscar superar el legado de la esclavitud en este país, es una fuerza por la asimilación de los hijos de inmigrantes y un repudio a nuestra larga historia de racismo. La orden ejecutiva de Trump, si es emitida, violará tanto la Constitución como estos ideales.
Los medios conservadores continúan amplificando el mensaje antimigrante, a diario divulgan todo tipo de conspiraciones, incluyendo que los demócratas, los socialistas, los judíos, Venezuela o todos estos combinados, están detrás de la caravana y repiten visiones alarmistas, incluso apocalípticas, de la invasión de inmigrantes criminales. Un comentarista invitado a Fox News se atrevió a decir que los inmigrantes invasores estaban buscando nada menos que la destrucción de la sociedad y cultura estadunidenses.
Otro locutor de Fox News empezó a preguntar sobre la amenaza de las enfermedades que podrían llegar con los inmigrantes y contagiar a todo el país, y un ex agente de inmigración sostuvo que están llegando con lepra y viruela.
Algunos mensajes de propaganda electoral de candidatos republicanos usan imágenes de indocumentados que han sido arrestados por homicidios y otros delitos graves, afirmando que Trump está protegiendo a la nación de los que vienen.
El presidente inició este miércoles una apretada gira por ocho estados para participar en por lo menos 11 mítines electorales con la finalidad de promover el voto de sus filas de aquí hasta el 6 de noviembre, día de las elecciones, donde se espera que continuará alimentando el temor y el odio hacia los migrantes en cada escala.
Con información de La jornada.