Agencias/Ciudad de México.- El Sevilla vivió una agónica recta final más allá del sufrimiento esperado para sellar su boleto a la siguiente ronda de la Europa League.
El equipo andaluz del Tecatito Corona avanzó con una derrota a cuesta del PSV de Erick Gutiérrez 2-0. Sin embargo, la ventaja de 3-0 conseguida en el Ramón Sánchez-Pizjuán ha sido suficiente para continuar vivo en la competencia europea.
El Sevilla sabía que no podía darle alas a su rival, que el 3-0 de la ida debía desaparecer de la cabeza y pelear cada balón con la intención de sumar una victoria. Porque el fútbol está lleno de eliminatorias que se tuercen en una jugada aislada y se terminan por complicar más de lo deseable. Por esto mismo sacaba Sampaoli un once repleto de titulares, incluso con el tocado En-Nesyri, quien está haciendo un gran esfuerzo por no perderse nada de competición, pese a sus problemas musculares y en el tobillo. Bono era baja de última hora. El plan no variaba. El PSV se dio cuenta pronto que combinando por dentro no tenía opción alguna de coger desprevenido al Sevilla, que debía jugar mucho más directo, alargando la posición Guus Til, para que se igualase en altura con Luuk de Jong e hiciesen una doble punta que pudiera hacer dudar a los zagueros sevillistas. Nada más lejos de la realidad. El ex del Sevilla, el 9 del PSV, tuvo un primer cabezazo en los primeros cinco minutos taponado por Nianzou y Fernando. Poco más.
Le tocaba llevar la manija a un Sevilla que colocaba a todo su equipo en campo rival, dejando que Fernando cerrase la puerta como último hombre. Qué importante es el brasileño en un equipo que mira tanto hacia adelante. Siempre sabe qué movimiento hacer o cómo deben colocarse sus compañeros. El Sevilla tenía algo más la posesión, movía la pelota con sentido, entrando sobre todo por el costado derecho. El primer intento sobre la portería holandesa fue de Alex Telles, con un buen lanzamiento de falta que se marchó medio metro por encima de la escuadra. Con la desesperación del equipo de Van Nistelrooy, sin encontrar la forma de hincarle el diente a los andaluces, fue creciendo en el primer tiempo la figura de Bryan Gil, con algunas conducciones dignas de mención, aunque faltándole el remate final. El de Barbate juega mucho más suelto cuando no tiene tantas obligaciones defensivas. La última de ese tiempo la pudo tener En-Nesyri, en un centro de Acuña que terminó adivinando el portero. El Sevilla iba por el buen camino, pero debía rematar la eliminatoria con una buena segunda parte. Igual de seria.
Un cuatro de hora final de infarto
El segundo periodo arrancaba con el duelo más abierto. Un pase de Bryan en la frontal sobre En-Nesyri, en un mano a mano escorado, cuyo disparo potente despejó el portero. Era la más clara de la tarde hasta ese momento. Van Nistelrooy mandó a los suyos al área sevillista. Balones laterales sin descanso y primeros saques de esquina a favor del PSV. Una pérdida de Fernando en la salida terminó con fuera de juego de Luuk de Jong y enseñó que no se podía perder la concentración en ningún instante.
En uno de esos balones laterales, Luuk de Jong remató con peligro por encima del larguero. En un córner, otro cabezazo del gigantón holandés puso en problema a la zaga sevillista. El Sevilla necesitaba serenarse. Y más que eso entró en el fútbol de ida y vuelta. Rakitic tuvo la mejor ocasión para el Sevilla con un disparo al larguero desde dentro del área. Ese tanto lo hubiese cambiado todo. Porque en el otro área iban a llegar los problemas. Un clásico balón al balcón del área lo ganó De Jong a Fernando, cayendo el brasileño, para que el propio delantero definiese sobre la salida de Dmitrovic. Quedaba un cuarto de horas. Problemas.
Un hincha del PSV entró a la cancha para pegarle a Marko Dmitrovic, el arquero del Sevilla: terminó siendo reducido en una maniobra y lo salvó la propia seguridad de la paliza.
Y pudieron ser mucho mayores si Fabio Silva no hubiese partido en posición ligeramente adelantada en una jugada por banda derecha que terminó con el balón dentro de la portería de Dmitrovic en otra gran definición de Luuk de Jong. Bandera arriba. A Sampaoli le iba a dar algo en la banda. Le pedía a sus hombres mayor concentración. No podía ser que con pelotazos desde la defensa tuviese tantos problemas ante un rival que sólo tenía un plan. Y nuevamente martilleó con tanto de Fabio Silva en el minuto 95, con otro balón tocado por varios rivales en el área andaluza. El Sevilla aguantó esos últimos minutos. Agobiado. Al límite. Pero todo sufrimiento sirvió para pasar a octavos. Clasificación alcanzada. El Sevilla esperará hoy rival en el bombo. Europa es la nueva ilusión.