Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- El Presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) convocó a Gobernadores para una revisión del proyecto del ‘Tren Maya’ que cubrirá la ruta de Chiapas-Tabasco-Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en la ciudad de Mérida.
López Obrador arribó al Centro Internacional de Congresos en Mérida, en el que aguardaba el anfitrión el Gobernador de Acción Nacional (PAN) Mauricio Vila.
El Presidente electo convocó a la reunión a los Gobernadores Manuel Velasco, Alejandro Moreno, Arturo Núñez, y Carlos Joaquín González, de Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo, respectivamente.
El pasado 13 de octubre, López Obrador y los Gobernadores sostuvieron la primera reunión para analizar los pros y contras de la construcción del Tren Maya, cuya inversión oscila en los 150 mil millones de pesos.
López Obrador propuso incluir a los ejidatarios en calidad de socios en el proyecto del Tren May.
El objetivo es liberar los derechos de vía y evitar conflictos con dueños de los predios de la ruta del tren y las 15 estaciones de servicio.
En lugar de comprar a los ejidatarios, los predios serán aportados a un Fideicomiso de Inversión de Bienes Raíces (Fibra), explicó Rogelio Jiménez Pons, futuro titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
“El chiste en esta época es incorporar a la gente, no comprarles, sino asociarlos. En el caso de las comunidades es mejor porque no los desplazas, se quedan (con la propiedad), reciben una renta y esto les permite mantenerse en la zona.
“Nos sirve porque se cumple el principio del Presidente electo (Andrés Manuel López Obrador) de incorporar a los grupos locales al desarrollo”, agregó.
Los terrenos permitirían instalar parte de la Fibra y generaría rendimientos económicos para sus propietarios gracias a que su valor aumentará por la operación del Tren Maya.
Jiménez Pons explicó que los predios para las primeras 15 estaciones también formarán parte del fideicomiso y serán rentables porque tendrán espacios comerciales.
El tren cubrirá la ruta de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y tendrá una inversión de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos.
La obra requerirá de mil 500 kilómetros, de los cuales sólo falta liberar 5 por ciento, es decir 75 kilómetros.
El resto ya es propiedad federal debido a que existe vía férrea, carretera federal y terrenos de la línea de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los dueños de esos 75 kilómetros son ejidatarios de Quintana Roo, Yucatán (Valladolid) y Campeche.
