Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- En el contexto de su viaje a China, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva desempacó su agenda geopolítica y prácticamente anunció el regreso de Brasil a la discusión de los más apremiantes asuntos internacionales.
Ya arremetió contra el predominio del dólar en el comercio mundial y señaló al Fondo Monetario Internacional de mantener una política de asfixia económica, argumentando que países como Argentina siguen sometidos a dolorosas recetas del organismo internacional.
En el marco de su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, Lula da Silva sostuvo un acuerdo con ese país para privilegiar el uso de las monedas nacionales en el intercambio comercial y dejar de lado la intermediación del dólar.
“¿Por qué todos los países están obligados a hacer su comercio amarrados al dólar; quién decidió que el dólar sería la moneda (global). Hoy un país necesita correr detrás del dólar cuando podría exportar en su moneda propia. ¿Por qué un banco como el de los BRICS no puede tener una moneda que pueda financiar la relación comercial entre Brasil y China, entre Brasil y otros países de los BRICS?”, dijo Lula en un evento del banco de los BRICS.
El otro objetivo de su nuevo discurso geopolítico es el Fondo Monetario Internacional, organismo al que ha denunciado por condicionar préstamos a países con necesidades financieras a cambio de recortes al gasto público.
“Ningún banco puede estar asfixiando las economías de países como está haciendo ahora en Argentina el FMI o como hicieron con Brasil durante tanto tiempo y con todos los países del tercer mundo. Ningún gobernante puede trabajar con un cuchillo en la garganta porque (su nación) tiene deudas”, ha dicho Lula da Silva.
La nueva agenda geopolítica de Lula desde que asumió su segundo mandato en Brasil hace algunos meses, contrasta con el aislacionismo de Jair Bolsonaro, más enfocado en la política doméstica y en la agenda de derechas.
“La época en que Brasil estaba ausente de las grandes decisiones mundiales ya es cosa del pasado. Estamos de regreso en la escena internacional después de una ausencia inexplicable”, señaló Lula a su llegada a Shanghái previo a su encuentro con su homólogo chino en Beijing.
China ha fortalecido su relación comercial con Brasil y en 2022 el monto de sus importaciones alcanzó un valor de más de 89 mil millones de dólares, concentrados en minerales y soja y el monto de sus exportaciones a Brasil rebasaron los 60 mil millones de dólares.
Lula ha mantenido una agenda comercial con China que le ha permitido maniobrar en términos geopolíticos, Un ejemplo es su relación con la empresa Huawei, prohibida por el gobierno de los Estados Unidos y a la que Brasil le ha abierto las puertas para la creación de infraestructura 5G y la inversión en educación y tecnología.
Los alcances de Lula da Silva en su nueva estrategia geopolítica lo han llevado directo a Beijing con el presidente chino Xi Jinping para conversar sobre la guerra en Ucrania. Tanto Brasil como China no sancionaron a Rusia, y los coloca en una posición de mediadores en el conflicto.
La agenda geopolítica de Lula es ambiciosa y ya pide a Ucrania incluso ceder la península de Crimea, una anexión que data de 2014 por parte de Moscú y que Kiev no ha reconocido. El activismo de Lula incluso ya impulsa la formación de un grupo de países para negociar una salida al conflicto en Ucrania, y aseguró que a su regreso de China estará conformado.
