Agencias / Paris.- El gobierno de Francia recurrió el sábado a un poder especial raramente usado para que un divisivo paquete de reformas al sistema de pensiones sea aprobado por el Parlamento sin el voto de enfadados legisladores de la oposición.
El primer ministro Edouard Philippe anunció sorpresivamente que interrumpirá el debate en la Asamblea Nacional, el giro más reciente en el difícil proceso de reforma de pensiones que ha desatado constantes protestas y semanas de huelgas.
El poder constitucional invocado por Philippe para que la propuesta sea aprobada en la asamblea sin una votación había sido usado menos de 100 ocasiones desde la fundación de la Francia moderna en 1958. La frustración del gobierno iba en aumento ante los lentos avances de la medida, frenada por miles de enmiendas de la oposición.
La decisión provocó el clamor de desaprobación de los legisladores de la oposición. Algunos acusaron a Philippe de tratar de aprobar el paquete de reformas aprovechando que el público se encuentra enfocado en el virus.
El líder ultraizquierdista Jean-Luc Melenchon acusó al gobierno de “brutalizar” a la oposición.
Los opositores trataron de obstaculizar la medida, pero sus esfuerzos para organizar un voto de censura parecían condenados al fracaso dado que el gobierno goza de una cómoda mayoría en el Parlamento.
Cambiar y optimizar el sistema de pensiones es una prioridad para el presidente Emmanuel Macron. Pero el plan del gobierno desató protestas callejeras, la huelga del transporte más larga en décadas y temores en la fuerza laboral de que la reforma va a reducir sus pensiones.
Los cambios pondrían fin a algunos esquemas específicos de pensiones bajo los cuales ciertas personas, como los trabajadores ferroviarios, pueden acogerse a una jubilación adelantada. El gobierno de Macron pretendía elevar la edad de retiro por dos años, a los 64, pero abandonó ese plan tras las huelgas que iniciaron a principios de diciembre y se extendieron por seis semanas.