Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Las grandes universidades de investigación y desarrollo científico y tecnológico en Estados Unidos, como el Instituto Tecnológico de Massachussets y Oxford, obtienen año con año regalías millonarias gracias a sus patentes. Asimismo, en Corea del Sur la productividad y la competitividad se han triplicado gracias a los avances de las universidades. ¿Cómo se han logrado estos resultados? De acuerdo al doctor Enrique Galindo, gracias a la vocación empresarial de sus investigadores.
El catedrático es miembro del Consejo Consultivo de Ciencias (CCC), el órgano asesor científico de mayor importancia en México, y recientemente reveló la nueva plataforma digital Empresas de Base Tecnológica provenientes de la Investigación Tecnológica (EBT). Con esta herramienta, el consejo busca dar información acerca del emprendimiento basado en la labor académica y las opciones que ahora permite la modificación en la Ley de Ciencia y Tecnología.
Hasta diciembre de 2015, la reglamentación mexicana prohibía que los desarrollos realizados en las universidades pudieran transferirse a las empresas. A partir de 2016, esta prohibición es cosa del pasado, y los académicos e investigadores mexicanos pueden vender sus patentes a las compañías. Aunque esta nueva frontera no es nueva, no ha sido propiamente explotada, lo que representa un error para los miembros del CCC.
La capitalización de las patentes de los investigadores no sólo beneficiaría a la iniciativa privada, sino también a las instituciones
Arturo Menchaca, coordinador del consejo deportivo, defiende que el trabajo de los expertos universitarios debería empezar a adoptar un enfoque emprendedor, con el fin de alcanzar los niveles de desarrollo económico y tecnológico de otras naciones. “Patentar por patentar es igual que publicar por publicar” comentó el doctor Menchaca, al tiempo invitaba a los investigadores a participar en estas nuevas tendencias y explotar las invenciones que registran.
A través del portal EBT, el consejo busca informar a la población científica acerca del nuevo marco legislativo que les permite involucrarse, de forma productiva, con el sector privado. Asimismo, comparte los casos de éxito de innovadores en México y el mundo que han sacado el máximo provecho a sus patentes; entre los que destacan Agro&Biotecnia, una compañía spin-off del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sin embargo, el CCC está convencido que aún se requiere una mayor participación de la comunidad científica y tecnológica mexicana, así como una difusión más efectiva entre la población general sobre las posibilidades que abre el emprendimiento de los investigadores. En este marco, el consejo organizó hace solo unas semanas la conferencia de prensa “Investigadores con vocación empresarial: se terminó la espera”, en donde se resaltó la importancia de crear empresas con una base tecnológica como una fuente de recursos humanos, empleos altamente remunerados, y competitividad dentro del país.