Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Hay muchas cosas por las que cada uno recordaremos este año 2016, pero una por las que Zuckerberg seguro que lo recordará siempre es por la tormenta de noticias falsas que ha asolado su red social. Sobre todo porque eso ha hecho que a Facebook se le acuse incluso de que Trump haya ganado las elecciones de Estados Unidos.

Pero lo peor no es eso, lo peor ha sido que Facebook se ha demostrado incapaz de controlar el problema, y se ha dejado su credibilidad intentándolo. Como veremos después, parece que tras meses de dichos y contradichos la situación parece empezar a calmarse, pero el problema ha sido lo suficientemente grande como para que le peguemos un último repaso.

Porque lo cierto es que las redes sociales llevan unos años convirtiéndose en la guarida del clickbait y las noticias falsas. Pero Facebook es la red social más grande del mundo, una en la que millones de personas delegan a diario para informarse. De ahí que su incapacidad para solucionarlo haya evidenciado la magnitud del problema, y haya hecho que otras empresas empiecen a tomar medidas preventivas.

Hace unos días se reveló un caso que sirve para ilustrar el efecto que pueden llegar tener las noticias falsas y cómo estas se van propagando. Es el denominado caso del “Pizzagate”, con el que se llegó a afirmar que los operativos demócratas que realizaban pedidos a la pizzería Comet Ping Pong estaban utilizando un código secreto para hablar de prostitutas menores de edad.

En el caso de que te lo estés preguntando se trata de un bulo, pero hubo un hombre que se lo tomó en serio, fue a investigar a la pizzería, y acabó detenido por la policía metropolitana de Washington DC después de realizar varios disparos en el local. Afortunadamente nadie resultó herido, pero el caso ilustró las consecuencias que puede llegar a tener la propagación de noticias falsas.

Al arrestado se le incautaron dos armas y se encontró una tercera en su vehículo. Aseguró que estaba investigando una de las muchas noticias falsas divulgadas durante la campaña de Clinton para llegar a la Casa Blanca.

Todo empezó, como cuentan en BuzzFeed, cuando el 30 de octubre una cuenta de Twitter que decía pertenecer a un abogado judío de Nueva York, aseguró que la Policía de aquella ciudad estaba investigando unos correos electrónicos en los que supuestamente había pruebas de que Hillary Clinton estaba involucrada en un caso de esclavitud infantil internacional. La noticia también empezó a aparecer en varias cuentas de Facebook.

Después de que otras varias páginas siguieran adelante con la noticia falsa, el siguiente paso lo dio 4chan y varias cuentas de Twitter afines a Trump con una trolleada masiva. Empezaron a seleccionar palabras al azar de los correos filtrados por Wikileaks del presidente de campaña de Hillary, John Podesta, relacionándolas con otras palabras sobre pedofilia y tráfico de humanos.

La noticia seguía siendo falsa, pero en plena campaña electoral corrió como la pólvora en 4Chan y Reddit, y muchos se hicieron eco de ella en las redes sociales. Sin métodos para controlar este tipo de desinformación, todo llevó al tiroteo en la pizzería Comet Ping Pong en un caso que, como hemos dicho, ya ha pasado a la historia como “pizzagate”.

Y entonces llegó Donald Trump, el hombre que asegura que las redes sociales son más poderosas que el dinero, y ganó las elecciones de Estados Unidos. Todo el país empezó a buscar culpables, y acusaron a Zuckerberg y los suyos de haber influido de manera notable en la victoria del candidato republicano, e incluso de introducir determinados sesgos para que sus usuarios se decantaran por él.

Teniendo en cuenta que Zuckerberg ya se había manifestado abiertamente contra Trump, aunque lo negase en su día, las acusaciones fueron bastante paradójicas, pero eso no impidió que muchos se echasen encima de la red social. Al parecer, en sus trending topics se habrían colado demasiadas noticias falsas sobre Hillary Clinton en los días previos a la votación.

Zuckerberg no tardó en negar las acusaciones diciendo que Facebook no había tenido nada que ver en los resultados. Pocos días después fue aún más osado asegurando que el 99% de las noticias que aparecen en Facebook son verdaderas, volviendo a negar que haya un problema de noticias falsas que pueda haber influenciado en las elecciones estadounidenses.

El plan de la red social era bueno, y junto a ella un gigante como Google también anunció que tomaría medidas suficientes. A los pocos días Zuckerberg también anunció otro paquete de medidas con las que Facebook iba a tomar para combatirlas. Por lo tanto admitía públicamente que el problema existía, un palo más a una credibilidad cada vez más dañada.

Hicieron falta toda la atención de la prensa mundial, que Trump ganase las elecciones, y que un crédulo internauta se liara a tiros en una pizzería. Pero Facebook por fin se empezó a tomar en serio el problema. Lo hizo contradiciéndose, sí, pero anunciando unas medidas que esta vez sí parecían abordar el tema con la contundencia necesaria.

Su plan pasaba por facilitar el proceso de reporte de noticias falsas, estrechar su colaboración con empresas verificadoras, o crear un sistema de avisos para que los usuarios sepan qué noticias son falsas. También prometió mejorar las exigencias para que un artículo pueda aparecer en relacionado y escuchar a periodistas y a miembros de la industria de la información.

Así pues, finalmente el problema de las noticias falsas en Facebook podría estar a punto de llegar a su fin. Lo único que han tenido que hacer es demostrar ser incapaces de curar el contenido correctamente, y planear acabar con sus trending topics para sustituirlos por una sección de noticias destacadas publicadas por medios concretos.

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