Agencias/Ciudad de México.- El regreso de Bob Iger como director ejecutivo de Disney generó un gran entusiasmo entre los fanáticos. Después de dos años de decisiones controvertidas por parte del ex director ejecutivo Bob Chapek, que fueron consideradas como fuera de sintonía por la comunidad de seguidores de Disney, la noticia de que el experimentado y confiable Iger estaría nuevamente al mando de todo lo relacionado con Disney fue recibida con gran alegría.
No obstante, ahora que la franquicia está a nada de celebrar su centenario (el 16 de octubre del 2023) enfrenta un año difícil. Aunque su legado es histórico, la compañía se ha visto atravesada por una serie de decepciones en taquilla y problemas financieros. Por otra parte, sin importar la expectación ante la película animada Wish: El Poder De Los Deseos, concebida para celebrar el centenario y con un gran seguimiento en YouTube, las franquicias de Marvel Studios parecen haber entrado en decadencia, lo que ha llevado al CEO Bob Iger a tomar decisiones vergonzosas y a percibirse, francamente, agotado.
Las pérdidas en la taquilla y la disminución de la asistencia a los parques temáticos han resultado en una pérdida de 900 millones de dólares en 2023. A pesar de algunos éxitos, como Guardianes de la Galaxia Vol. 3, no llegan a solventarse los desafíos financieros que son suamente significativos debido a presupuestos inflados y decepciones en la taquilla.
De acuerdo con Bloomberg, la situación financiera de Disney implica dificultades tanto en sus costos como en sus ingresos, dado que la empresa ha experimentado retrasos en proyectos clave que han contribuido a sus problemas financieros. Uno de los principales problemas es Disney+, su servicio de streaming, que estaba perdiendo cientos de millones de dólares cada trimestre. La franquicia se había comprometido a lograr números positivos para 2024, una promesa que hizo a Wall Street y que se ha vuelto cada vez más difícil de cumplir.
To mark its 100th anniversary, Disney invited world-renowned creative visionaries to contribute a special piece or experience inspired by their personal connection to its stories and characters. #DisneyCreate100 (1/2) pic.twitter.com/Syx9RLWgKC
— Disney (@Disney) October 12, 2023
En el sector cinematográfico, Disney cambió su estrategia de producción, lanzando muchas secuelas y spin-offs en lugar de centrarse en películas más grandes y exitosas. Esto llevó a una serie de fracasos en la taquilla, lo que resultó en pérdidas significativas. Incluso en la división de animación, que incluía a Pixar, se registraron pérdidas importantes con películas como la precuela de Toy Story y Lightyear.
Para abordar estas dificultades, la corporación ha implementado soluciones incrementales, como retrasar el lanzamiento de películas y aumentar los precios de Disney+. Sin embargo, queda por verso si estas medidas serán suficientes para estabilizar la situación financiera de la empresa y cumplir con sus promesas a los inversores en el futuro. En junio retrasó sus lanzamientos cinematográficos hasta por tres años para reducir costos de producción y marketing mientras mejoraba su calidad.
Los fanáticos de STAR WARS tendrán que esperar hasta al menos 2026 para ver una nueva entrega en la pantalla grande, mientras que Avatar regresará en 2025, un año después de lo previsto. Para compensar las pérdidas en streaming, se eliminó contenido de Disney+ y aumentó significativamente su precio de suscripción de 6.99 dólares al mes, lo que resultó en la reducción de sus objetivos de suscriptores. Estas medidas reflejan los esfuerzos de la compañía por estabilizar sus finanzas y adaptarse a un mercado en constante cambio.
Con el costo de producir programas y contenidos para Disney+ disparado, y la competencia en el mercado de streaming cada vez más difícil, los accionistas no estaban dispuestos a respaldar la adquisición de nuevos suscriptores a toda costa. Además, la adquisición de BAMTech por parte de Disney por 3,800 millones de dólares resultó ser costosa y menos eficiente de lo esperado, lo que agravó aún más las pérdidas en Disney+. Otra preocupación financiera importante era el contrato que el exCEO Bob Iger había acordado con Comcast Corp, que ponía a Disney en riesgo de adquirir una parte significativa del servicio de transmisión Hulu por un costo significativo y con resultados inciertos.
La división de televisión de Disney también estaba en problemas, ya que los espectadores se estaban alejando de la televisión tradicional y pasando al streaming. La costosa adquisición de Fox en el primer mandato de Iger no produjo los resultados esperados y dejó a Disney con canales no deseados. ESPN, la cadena deportiva líder de Disney, necesitaba una transformación urgente en un mundo de transmisión en continuo cambio.Antes de la pandemia, la televisión representaba una parte significativa de los ingresos y ganancias de Disney, pero esta fuente de ingresos estaba disminuyendo rápidamente. Se preveía que las ganancias televisivas caerían en torno a los $2 mil millones en 2023, lo que refleja una caída sorprendente para una empresa de la magnitud de Disney.