Por Juan Balboa-Texto Semanario Eje Central/Foto Granma/Ciudad de México.- Experto en el manejo de su imagen, ducho en la estrategia mediática y con gran tino en prevenir su futuro, Fidel Castro Ruz se dedicó en los últimos tres meses de su vida a revisar documentos clasificados de la transición del poder que cedió a su hermano Raúl Castro, y redactar dos libros autobiográficos que darán a luz el próximo año.

El hijo mayor de Ángel Castro Argizraje, un terrateniente emigrado de España, entregó el 24 de febrero de 2008 la presidencia de Cuba a su hermanos menor, tal y como estaba programado con los cambios a la Constitución en 1976. El hombre nacido en Birán, ahora provincia de Holguín, el 13 de agosto de 1926, desafío a más de 11 presidentes de los Estados Unidos: Desde Dwight David Eisenhower hasta Barack Hussein Obama.

El expresidente Fidel Castro Ruz vivió siempre con la muerte presente, no sólo por los más de cien atentados planificados, según documentos desclasificados en Estados Unidos e investigaciones de especialistas de la contrainteligencia cubana, sino por la complicada enfermedad intestinal (diverticulitis) que lo obligó a dejar el poder presidencial, pasar varias veces por el quirófano y perder casi 20 kilos.

El líder de la revolución cubana, murió el viernes por la noche en su casa conocida como Punto Cero, un complejo situado en los terrenos del antiguo campo de golf Jaimanitas, La Habana, en donde existe una guarnición militar y hasta una pequeña granja de autoconsumo.

En el mismo complejo viven sus hijos que procreo con su esposa, Dalia Soto del Valle: Antonio, Alejandro, Alex, Alexis y Ángel. La zona estuvo reservada exclusivamente a la familia más cercana de Fidel Castro. Ningún extraño podía entrar.

La vida apacible de la casa de Fidel Castro en Punto Cero cambió se transformó radicalmente a partir de su enfermedad de diverticulitis que sufrió y posteriormente complicado por errores médicos y complicaciones diversas. Vivió dos años (2007 y 2008) entre su casa y el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), un moderno y bien equipado hospital que queda muy cerca de la que era su residencia.

En el CIMEQ redactó, el 18 de febrero de 2008, el histórico mensaje en el que anunció que renunciaba a ser reelecto presidente de los Consejos de Estado y de Ministros del gobierno cubano. Su decisión encumbró automáticamente a la presidencia a su hermano Raúl.

Al regresar a su casa en el primer trimestre del 2008, la seguridad de Punto Cero se flexibilizó, la familia –principalmente su esposa a quien los cubanos no conocían físicamente- empezó a hacer vida pública y por su hogar pasaron jefes de Estado, amigos de países de América Latina, escritores y personajes conocidos en la vida política, intelectual y cultural de Cuba. La mayor parte del tiempo Castro lo pasó rodeado de su familia, dedicado a la lectura, revisando documentos oficiales, asesorando a su hermano Raúl y tomando notas o escribiendo sus reflexiones que publicaba en la prensa cubana.

Fidel Castro Ruz era un fanático de la lectura de los teletipos, desde los años sesentas -posteriormente de los materiales periodísticos de agencias que le llegaban a sus manos a través de internet- y de notas o reportajes de la prensa de países como Estados Unidos, España, México, Argentina y Francia organizadas por secciones o por temas de la coyuntura política.

Tenía a su servicio un equipo que le monitoreaba temas de su interés en la prensa mundial, ellos eran los encargados de proporcionarle documentación sobre los asuntos más disímiles. Además de un equipo de traductores de inglés, francés, alemán, ruso y portugués.

El cineasta Oliver Stone quedó impresionado cuando lo visitó en Punto Cero, Así lo recordó: “Nos mostró ordenadas pilas de libros, revistas y periódicos, también libretas con apuntes ordenadas por temas y perfectamente clasificadas. Cuando lo visitó trabajaba con un libro del premio Nobel de Economía Paul Krugman”. Le confió que había leído todo lo escrito por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y le enseñó un ejemplar de sus memorias: Los sueños de mi padre (1995), en una edición en español de la editorial Debate.

Oliver Stone miró a Fidel Castro y le preguntó directamente: “¿Podemos decir que la entrevista se celebró en su casa?”. El líder cubano le respondió: “sí”, cuenta el cineasta estadounidense. Stone no se creía lo que acaba de lograr, era el primero en entrevistar en su casa familiar al enfermo líder de la revolución cubana de fines de los cincuentas.

La fotógrafa Rose Serra, del periódico Paris Match, acompañó a Stone a Punto Cero. Ahí conoció a sus hijos Antonio, Alejandro y Alex, tres de sus vástagos que lo auxiliaban en la revisión de documentos clasificados del gobierno cubano, lo apoyaban en la redacción de sus libros y fueron, en los últimos años, fotógrafos oficiales de la imagen de Fidel Castro Ruz.

Los días que se le apareció la muerte

El 26 de julio de 2006, Fidel Castro realizó su última aparición pública con dos discursos en las ciudades orientales de Bayamo y Holguín, en una intensa jornada por el 53 Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada.

El ex presidente de Cuba, Fidel Castro, sufrió una grave hemorragia intestinal a bordo de un avión en 2006, según revelan cables diplomáticos estadounidenses filtrados por el sitio WikiLeaks.

“La enfermedad comenzó en el avión de Holguín a La Habana (nota: después de un día de intensas actividades, el 26 de julio 2006. Fin de la nota)”, dice el informe médico cubano hecho llegar al Departamento de Estado estadounidense por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.

En los cables filtrados, los diplomáticos estadounidenses también hacen referencia al tiempo de vida que le queda a Castro y a los cambios que su muerte podría provocar en la isla. Además, se especula que, en caso de morir, no habrá “convulsiones sociales, ni alteraciones en cuestiones de seguridad nacional”.

A principios de agosto del mismo año (2006) delegó sus cargos, de forma provisional, en su hermano Raúl, ministro de Defensa, mientras convalecía de una primera cirugía practicada el 27 de julio del mismo año.

El 14 agosto, demacrado y en cama, apareció con su amigo y aliado ideológico Hugo Chávez, quien había viajado a Cuba, y con su hermano Raúl, en el primero de varios videos por televisión. Chávez lo visitóbaa ora l, yareció físicamente a una vez más el 1 de septiembre.

El 5 de septiembre, en un mensaje publicado en Granma, con nuevas fotografías, indicaba que “el momento más crítico quedó atrás”, que había perdido 18.6 kilos, pero estaba recuperándose “a ritmo satisfactorio”.

Los últimos tres meses de 2006, se especulaba en varios países que Fidel Castro “se está muriendo, está moribundo”. El cirujano español José Luis García Sobrido, convocado a la isla para examinar a Castro, aseguró entonces que no tenía cáncer y se recuperaba de complicaciones tras la operación intestinal.

Según fuentes de inteligencia cubana que fueron consultadas entonces por este reportero aseguraron que Castro se mantendría viviendo en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas todo el 2007 y 2008.

Fue hasta agosto de 2010, justo cuando cumplía 84 años, cuando Fidel Castro Ruz reapareció físicamente con camisa y chaqueta militar. Su alocución era igual, limpia, lo mismo con científicos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) de La Habana que con 115 embajadores cubanos. Ahora su caminar era lento, siempre apoyado de la mano de uno de sus allegados.

Desde que reapareció públicamente en el 2010, el tema central de Castro fue alertar sobre el peligro de un conflicto nuclear que él vislumbraba como inevitable si Estados Unidos e Israel atacaban a Irán.

Los atentados

Por lo menos ocho de los cien atentados en su contra tuvieron probabilidades reales de quitarle la vida en los últimos cincuenta y seis años.

En uno de sus artículos publicados en el portal oficialista CubaDebate, en julio de 2008, Castro Ruz reconoció que un grupo de cubanos americanos encabezados por Luis Posada Carriles intentó asesinarlo justo cuando paseaba por las coloniales calles de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, Colombia, con el escritor Gabriel García Marqués y su esposa Mercedes Barcha.

El convaleciente expresidente cubano recordó en su escrito que tituló “El descanso”, que los anfitriones de la IV Cumbre Iberoamericana habían organizado un paseo en coche por el recinto amurallado de Cartagena. La seguridad a cargo de su protección le sugirió no hacerlo porque existían datos de un posible atentado.

“Llamé al Gabo, que estaba cerca, y le dije bromeando: ‘¡Monta con nosotros en este coche para que no nos disparen!’ Así lo hizo. A Mercedes, que quedó en el punto de partida, le añadí en el mismo tono: ´Vas a ser la viuda más joven.´ ¡No lo olvida!”

Meses después, las autoridades de Colombia confirmaron lo que su seguridad le había advertido: en Cartagena había personas en el recinto amurallado con fusiles telescópicos y armas automáticas listos para emboscar al presidente cubano”.

Castro aseguraba que al igual que en Santiago de Chile, los hombres que habrían de jalar el gatillo “temblaron” con el pretexto de que la “cabeza del Gabo” se interponía obstruyendo la visión.

Manuel Hevia, del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado de Cuba, y el general retirado Fabián Escalante, ex jefe del contraespionaje cubano, afirmaron en alguna ocasión que de acuerdo al recuento oficial los atentados preparados y que tenían probabilidades para su ejecución, con armas y hombres dispuestos, fueron 167. Ocho estuvieron a punto de quitarle la vida al polémico líder cubano que murió la noche del viernes en su residencia de Punto Cero, ubicado en el antiguo campo de golf Jaimanitas de La Habana.

Murió excomulgado

Fidel Castro fue uno de los líderes mundiales que más pasiones despertó entre sus seguidores y detractores. El Papa Juan XXIII lo excomulgó el 3 de enero de 1962, poco después de que éste declarara el carácter comunista de la Revolución que lo llevó al poder en 1959.

Juan XXIII se sirvió para ello del llamado Decreto contra el comunismo emitido por el papa Pío XII y la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1949. Además de impulsar la persecución y expulsión de religiosos en los años posteriores al triunfo de la Revolución, Castro proscribió la fe católica de Cuba durante décadas.

El régimen de La Habana retomó las relaciones con la Iglesia solo tras la visita de Juan Pablo II en 1998, la primera de un pontífice católico a la isla caribeña. La excomunión de Fidel Castro no fue sin embargo revocada nunca por el Vaticano.

Texto Publicado en el Semanario Eje Central

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